miércoles, 31 de octubre de 2018



Clemente Rebora

El infinito reposa





El infinito reposa

Apenas más de un palmo
está hoy el cielo de la tierra:
túmido, opaco, calmo,
el alma en sombras en poco aire encierra.

En un transcurrir leve
la infinitud reposa:
la cotidiana y breve
hora es la voz concorde de las cosas.

Desde desconocidas
venas sereno mana
un sentido en sabidas
formas: se goza en su cadencia humana.

Clemente Rebora

[Versión de P. A.
Córdoba, 31-X-18]

*

L’infinito riposa

Non è più su di un palmo
oggi il ciel dalla terra:
tumido, opaco, calmo,
l’anima in ombra di poca aria serra.

In un volgere lieve
l’infinito riposa:
la quotidiana e breve
vicenda è il suon concorde d’ogni cosa.

Allor, sorto da ignote
nicchie vapora piano
un senso sopra note
forme: e gioisce del suo ritmo umano.

Clemente Rebora

[De Frammenti lirici
Edizioni de “La Voce”, Firenze, 1913]


martes, 30 de octubre de 2018



Vincenzo Cardarelli

A la Muerte





A la Muerte

Morir, sí,
no ser avasallados por la muerte.
Persuadidos morir
que un semejante viaje sea el mejor.
Y en ese último instante estar alegres
como cuando se cuentan los minutos
en el reloj de la estación
y cada uno vale un siglo.
Porque la muerte es esa esposa fiel
que suplanta a la amante traidora,
no la queremos recibir
como a una intrusa, ni escapar con ella.
¡Tantas veces partimos
sin una despedida!
Cuando llegue la hora de cruzar
en un instante el tiempo,
cuando se esfumará
aun la memoria de nosotros mismos,
oh Muerte, déjanos decir adiós
al mundo,
concédenos quedarnos todavía
un poco más.
Que el desmedido paso
no sea precipitado.
Se me hiela la sangre
cuando pienso en la muerte repentina.
Muerte, no me arrebates,
anúnciate de lejos
y tómame amistosa
como uno de mis hábitos, el último.

Vincenzo Cardarelli

[Versión de P. A.
Córdoba, 30-X-18]

*

Alla Morte

Morire sì,
non essere aggrediti dalla morte.
Morire persuasi
che un siffatto viaggio sia il migliore.
E in quell'ultimo istante essere allegri
come quando si contano i minuti
dell'orologio della stazione
e ognuno vale un secolo.
Poi che la morte è la sposa fedele
che subentra all'amante traditrice,
non vogliamo riceverla da intrusa,
né fuggire con lei.
Troppo volte partimmo
senza commiato!
Sul punto di varcare
in un attimo il tempo,
quando pur la memoria
di noi s'involerà,
lasciaci, o Morte, dire al mondo addio,
concedici ancora un indugio.
L'immane passo non sia
precipitoso.
Al pensier della morte repentina
il sangue mi si gela.
Morte non mi ghermire
ma da lontano annunciati
e da amica mi prendi
come l'estrema delle mie abitudini.

Vincenzo Cardarelli

[Poesie, Alpignano, Tallone, 1971]

miércoles, 24 de octubre de 2018



Vincenzo Cardarelli

Viaje


Lionel Walden, "El tren de la noche"


Viaje

¡Cómo el que parte envidia a quien se queda!
Y qué feliz, estable,
se muestra el mundo a aquel que lo contempla
con temple de exiliado, con los ojos
de alguien que va a morir.
Decidido al adiós,
él, aun demorándose,
ya está en camino, y fuera de la vida.
Así me aparecía siempre todo,
como aquellas ciudades que en la noche
saludaba,
mientras, partiendo, ya el recuerdo urgía,
o que yo descubría, rientes, férvidas,
desde lo alto de un puente,
pasando en tren,
bordeando el secreto de las casas,
con la locomotora que corría
y los lugares que me fueron gratos
se esfumaban en un juego de nubes.
Oh, viví sin hacer jamás un alto
y como un exiliado en cada sitio.
Ningún arte aprendí, ni una certeza
me asiste
a punto de partir ya para siempre.

Vincenzo Cardarelli

[Versión de P. A.
Córdoba, 24-X-18]

*

Viaggio

Come il partente invidia chi rimane!
Come felice, stabile,
si mostra il mondo a lui che lo contempla
con l’animo d’un esule, con occhi
di morituro.
Deciso all’addio,
egli è, pure indugiando, già in cammino
e fuori dalla vita.
Così a me tutto apparve, in ogni tempo,
come quelle città che salutai
verso sera,
mentre, partendo, già il ricordo urgeva,
o ch’io scopersi fervide e ridenti,
dall’alto d’un ponte,
passando in ferrovia,
rasentando i segreti delle case
col treno in corsa
che discioglieva i luoghi a me più grati
in un gioco di nuvole.
Oh senza sosta io vissi
ed esule dovunque.
Nessun’arte imparai, niuna certezza
mi assiste
nel punto di salpare ormai per sempre.

Vincenzo Cardarelli

[Poesie, Mondadori, Milano, 1942]


lunes, 22 de octubre de 2018



Safo

A Atis, recordando 
a la amiga lejana





A Atis, recordando a la amiga lejana

Ella, a menudo, en Sardes
tal vez en su memoria aquí regrese 

al tiempo que fue nuestro,
cuando fuiste Afrodita para ella
y disfrutaba de tu canto.

Ahora ella deslumbra
entre mujeres lidias, como cuando
el sol ya ha descendido,
la luna de rosados resplandores

vence a todos los astros, y su luz
modula sobre el agua de los mares
y la hierba ondulante de los campos:

y el rocío en la rosa se ilumina,
se posa sobre el trébol, parecido
a una flor, sobre trémulos tomillos.

Solitaria vagando, ella vacila
a veces, cuando piensa en Atis:
el alma se estremece de deseo
y el corazón es áspero.

Y de pronto "¡Ven!", grita,
y esta voz, conocida
por nosotras, en sílabas resuena
corriendo en vuelo sobre el ancho mar.

Safo

[Versión de P. A.,
en base a la traducción
de Salvatore Quasimodo,
Córdoba, 21-X-18]

*

Ad Attide ricordando l’amica lontana

Forse in Sardi
spesso con la memoria qui ritorna

nel tempo che fu nostro: quando
eri Afrodite per lei e al tuo canto
moltissimo godeva.

Ora fra le donne Lidie spicca
come, calato il sole,
la luna dai raggi rosa

vince tutti gli astri, e la sua luce
modula sulle acque del mare
e i campi presi d’erba:

e la rugiada illumina la rosa,
posa sul gracile timo e il trifoglio
simile a fiore.

Solitaria vagando, esita
e a volte se pensa ad Attide:
di desiderio l’anima trasale,
il cuore è aspro.
E d’improvviso: “Venite!” urla;

e questa voce non ignota
a noi per sillabe risuona
scorrendo sopra il mare.

Safo

[Versión de Salvatore Quasimodo,
en Lirici greci, Edizioni di “Corrente”, Milano, 1940]

*

^ ^ – ἀπὺ] Σαρδ[ίων
             – ^ πόλ]λακι τυῖδε [ν]ῶν ἔχοισα.

ὠς πε[δε]ζώομεν· β[εβάω]ς ἔχεν
σὲ θέα<ι>σ᾽ ἰκέλαν Ἀρι-
             γνώτα, σᾶι δὲ μάλιστ᾽ ἔχαιρε μόλπαι.

νῦν δὲ Λύδαισιν ἐνπρέπεται γυναί-
κεσσιν, ὠς ὄτ᾽ ἀελίω
             δύντος ἀ βροδοδάκτυλος <σελάννα>

πάντα περρέχοισ᾽ ἄστρα, φάος δ᾽ ἐπί-
σχει θάλασσαν ἐπ᾽ ἀλμύραν
             ἴσως καὶ πολυανθέμοις ἀρούραις.

ἀ δ᾽ ἐέρσα κάλα κέχυται, τεθά-
λαισι δὲ βρόδα κἄπαλ᾽ ἄν-
             θρυσκα καὶ μελίλωτος ἀνθεμώδης.

πόλλα δὲ ζαφοίταισ᾽ ἀγάνας ἐπι-
μνάσθεισ᾽ Ἄτθιδος ἰμέρωι
             λέπταν ποι φρένα, κῆρ <δ᾽> ἄσα βόρηται.

κῆθι δ᾽ ἔλθην ἄμμε [. .]. . ισα τὸ δ᾽ οὐ
νῶντ᾽ ἄ[π]υστον ὐμ[. .] πόλυς
             γαρύε[ι . .]αλον π[. . . ὂ]ν τὸ μέσσον.

[ε]ὔμ[α]ρ[ες μ]ὲν ου[.] σ᾽ αἰμιθέαισι μόρ-
φαν ἐπή[ρατο]ν ἐξίσω-
             σθ᾽ αἰ συ[. .]ρος ἐχησθα[. . .]νιδηον

. . . . . . . . . . . . . . . . . . ]το[. . .]ρα τι-
μαλ[. . . . . . . . . . . . δι᾽ α]ἴθερος
             καὶ δ[.]μ[. . . . . . . . . . . ]ος Ἀφροδίτα

καμ[. . . . . . . . . . ]νέκταρ ἔχευ᾽ ἀπὺ
χρυσίας [. . . . . . . . . . . . . . ]ναν
             [. . . .]απουρ[. . . . . . . . . ]χέρσι Πείθω

. . . . . . . . . . . . . . . . . . ]θ[. .]ησεν η
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . πόλλ[ακις
             . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ]εδαην μαι-

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ]ες τὸ Γεραΐστιον
. . . . . . . . . . . . . . . . . . ]ν φίλαι
             . . . . . . . . . . . . . . . ἄπ]υστον οὔδενο[ς]

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . ]ερον ἴξο[μ ^ ]
. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
             . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Σαπφώ

sábado, 20 de octubre de 2018


Corrado Govoni

Villa cerrada





Villa cerrada
en la campiña romana

Conozco una casona abandonada
de tiempo inmemorial, mansión secreta,
cerrada como el pecho de un poeta
que vive en una soledad forzada.

Parece por un seto amurallada
de acre boj, y la sombra recoleta
del pinar hace mucho no se inquieta
por la voz de la fuente disecada.

Tanta es la paz en esta desahuciada
casa, que se diría cada cosa
vista a través del vidrio de una lente.

Tan sólo una veleta ya oxidada,
en lo alto de la torre silenciosa,
que gira, gira interminablemente. 

Corrado Govoni

[Versión de P. A.
Ranchos, 17-X-18]

*

Villa chiusa
nella campagna romana

So d’una villa chiusa e abbandonata
da tempo immemorabile, segreta
e chiusa come il cuore d’un poeta
che viva in solitudine forzata.

La circonda una siepe, e par murata,
di amaro bosso, e l’ombra alla pineta
da tanto più non rompe né più inquieta
la ciarliera fontana disseccata.

Tanta è la pace in questa intisichita
villa che sembra quasi ogni cosa
sia veduta attraverso d’una lente.

Solo una ventarola arrugginita
in alto su la torre silenziosa,
che gira, gira interminatamente.

Corrado Govoni

[De Le fiale, 1903]

viernes, 19 de octubre de 2018



Corrado Govoni

Crepúsculo sobre el Po





Crepúsculo sobre el Po

Como un fruto maduro cae el día.
Suena un cuerno en el puente sobre el río.

Con un estrépito de gran cascada un tren sobre las vías
penetra en el vacío.

Los rumores en medio del silencio estenógrafo
se esfuman parecidos a figuras en un cinematógrafo.

El viento estudia para ser flautista. 
El cielo es ágil como un transformista.

El agua que transcurre corre al mar
tiñe su cara de lila crepuscular.

Dentro, las casas miran, en la orilla,
su imagen que parece fugitiva.

En una barca llena de legumbres
mientras las casas brotan blancas lumbres

una mujer avienta el fuego a solas  
con un fuelle estropeado bajo su vieja cacerola.

Corrado Govoni

[Versión de P. A.
Ranchos, 17-X-18]

*

Crepuscolo sul Po

Come un frutto maturo cade il giorno.
Dal ponte che cavalca il fiume suona un corno.

Con uno strepito di gran cascata
un treno fora il vuoto su la via ferrata.

I rumori pel silenzio stenografo
sfuman come figure d’un cinematografo.

Il vento studia da flautista.
Il cielo è svolto simile ad un trasformista.

L’acqua che corre corre al mare
si tinge il viso di lillà crepuscolare.

Dentro, le case mirano a la riva
la loro immagine che sembra fuggitiva.

In una barca piena di legumi
mentre le case sbocciano dei bianchi lumi,

una donna con una guasta ventola
incita il fuoco sotto la sua vecchia pentola.

Corrado Govoni

[De Armonia in grigio et in silenzio, 1903]

martes, 16 de octubre de 2018



Corrado Govoni

Música de cámara





Música de cámara

La luz cansada se volatiliza
en el cuarto, a través del vidrio hermético;
un lago, en los armarios, herboriza
bellos jardines con su muro herpético.

Una estatuilla en bronce dramatiza
gestos que se dirían de un frenético;
la abuela del retrato sintetiza
en sus pómulos dejos de cosmético.

El día enciende ya su saetía.
La pieza, sensitiva como un físico,
todo su corazón exhala, viejo.

Solloza un órgano de Barbería.
El crepúsculo muere como un tísico.
La sombra coagula la llaga del espejo.

Corrado Govoni

[Versión de P. A.
Ranchos, 16-X-18]

*

Musica per camera

La luce stanca si volatiliza
ne la camera per i vetri ermetici;
nei laghi de gli armadi si erborizza
un bel giardino con dei muri erpetici.

Una statuetta bronzea dramatizza
i suoi gesti che sembravan bisbetici;
l’avola del pastello sintetizza
sule sue gote un’orma di cosmetici.

Il giorno accende la sua saettia.
La stanza sensitiva come un fisico
esala tutto il suo cuore vecchio.

Singhiozza un organo di Barberia.
Il crepuscolo muore come un tisico.
L’ombra stagna la piaga de lo specchio.

Corrado Govoni

[De Armonia in grigio et in silenzio, 1903]


sábado, 13 de octubre de 2018



Jacques Prévert

Las hojas muertas





Las hojas muertas

Cómo querría que aún te acordaras
de los días felices en que fuimos amigos.
La vida, en aquel tiempo, era más bella
y el sol ya no arde con el mismo brillo.

Los rastrillos recogen hojas muertas
―ya ves, yo no he olvidado―,
los rastrillos recogen hojas muertas,
y también los recuerdos y nostalgias.

Y los vientos del Norte las arrastran
hacia la noche helada del olvido...
Ya ves, yo no he olvidado
esa canción que me cantabas.

Una canción que se nos parecía,
vos me amabas y yo también te amaba.
Vivíamos, entonces, siempre juntos
―yo que te amaba, y vos también me amabas.

Pero la vida, silenciosa, aleja
a los que dulcemente se han querido,
y el mar borra las huellas en la playa
de los amantes y su amor perdido.

Jacques Prévert

[Versión de P. A.
Córdoba – Ranchos, 12-X-18]

*

Les feuilles mortes

Oh! je voudrais tant que tu te souviennes
Des jours heureux où nous étions amis.
En ce temps-là la vie était plus belle,
Et le soleil plus brûlant qu'aujourd'hui.

Les feuilles mortes se ramassent à la pelle.
Tu vois, je n'ai pas oublié...
Les feuilles mortes se ramassent à la pelle,
Les souvenirs et les regrets aussi

Et le vent du nord les emporte
Dans la nuit froide de l'oubli.
Tu vois, je n'ai pas oublié
La chanson que tu me chantais.

C'est une chanson qui nous ressemble.
Toi, tu m'aimais et je t'aimais
Et nous vivions tous deux ensemble,
Toi qui m'aimais, moi qui t'aimais.

Mais la vie sépare ceux qui s'aiment,
Tout doucement, sans faire de bruit,
Et la mer efface sur le sable
Les pas des amants désunis.

Jacques Prévert