Vincenzo Cardarelli
A la Muerte
A la Muerte
Morir,
sí,
no ser
avasallados por la muerte.
Persuadidos
morir
que un
semejante viaje sea el mejor.
Y en ese
último instante estar alegres
como
cuando se cuentan los minutos
en el
reloj de la estación
y cada
uno vale un siglo.
Porque
la muerte es esa esposa fiel
que
suplanta a la amante traidora,
no la
queremos recibir
como a una
intrusa, ni escapar con ella.
¡Tantas
veces partimos
sin una
despedida!
Cuando
llegue la hora de cruzar
en un
instante el tiempo,
cuando
se esfumará
aun la
memoria de nosotros mismos,
oh
Muerte, déjanos decir adiós
al
mundo,
concédenos
quedarnos todavía
un poco
más.
Que el
desmedido paso
no sea
precipitado.
Se me
hiela la sangre
cuando
pienso en la muerte repentina.
Muerte,
no me arrebates,
anúnciate
de lejos
y tómame
amistosa
como uno
de mis hábitos, el último.
Vincenzo Cardarelli
[Versión de P. A.
Córdoba, 30-X-18]
*
Alla Morte
Morire sì,
non essere aggrediti dalla morte.
Morire persuasi
che un siffatto viaggio sia il migliore.
E in quell'ultimo istante essere allegri
come quando si contano i minuti
dell'orologio della stazione
e ognuno vale un secolo.
Poi che la morte è la sposa fedele
che subentra all'amante traditrice,
non vogliamo riceverla da intrusa,
né fuggire con lei.
Troppo volte partimmo
senza commiato!
Sul punto di varcare
in un attimo il tempo,
quando pur la memoria
di noi s'involerà,
lasciaci, o Morte, dire al mondo addio,
concedici ancora un indugio.
L'immane passo non sia
precipitoso.
Al pensier della morte repentina
il sangue mi si gela.
Morte non mi ghermire
ma da lontano annunciati
e da amica mi prendi
come l'estrema delle mie abitudini.
Vincenzo Cardarelli
[Poesie,
Alpignano, Tallone, 1971]
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