domingo, 30 de septiembre de 2018



Camillo Sbarbaro

Ahora que el placer ya fue aplacado…





Ahora que el placer ya fue aplacado
han quedado vacíos mis sentidos,
ni siquiera deseoso de morir.
Ignoro si en el mundo aún existe
quien piense en mí, o si mi padre vive.
Sólo evito pensarlo. Porque todo
pensamiento penoso me daría
ahora la impresión de artificioso.
Siento que he traspasado la frontera
humana en que podemos aún sufrir,
y que ese bien ya no me es más debido,
porque es un bien sufrir de nuestra culpa.

Por la brisa me dejo acariciar,
alumbrar por los faros, empujar
por la gente que pasa, indiferente
como barco sin ancla ni velamen
que abandona al oleaje su carcasa.
Y espero así, sin pensamiento alguno
y sin ningún deseo, que de nuevo
por el eterno curso de las cosas
la voluntad retorne de vivir.

Camillo Sbarbaro

[Versión de P. A.
Córdoba, 30-IX-18]

*

Adesso che placata è la lussuria
sono rimasto con i sensi vuoti,
neppur desideroso di morire.
Ignoro se ci sia nel mondo ancora
chi pensi a me e se mio padre viva.
Evito di pensarci solamente.
Ché ogni pensiero di dolore adesso
mi sembrerebbe suscitato ad arte.
Sento d’esser passato oltre quel limite
nel qual si è tanto umani per soffrire,
e che quel bene non m’è più dovuto,
perché soffrire della colpa è un bene.

Mi lascio accarezzare dalla brezza,
illuminare dai fanali, spingere
dalla gente che passa, incurioso
come nave senz’ancora né vela
che abbandona la sua carcassa all’onda.
Ed aspetto così, senza pensiero
e senza desiderio, che di nuovo
per la vicenda eterna delle cose
la volontà di vivere ritorni.

Camillo Sbarbaro

[De Pianissimo,
Edizioni della “Voce”, Firenze, 1914]

sábado, 29 de septiembre de 2018



Camillo Sbarbaro

¿Te acuerdas de la trama de luciérnagas…?


Carlo Carrà, "Paesaggio ligure" (1923)


¿Te acuerdas de la trama de luciérnagas
por sobre el mar de Nervi, mi dulzura
primera? (entresoñado pueblo adonde
fui ayer y ya no reconoce el corazón).

Quizás. Pero ese gesto que se grabó en lo hondo,
no recuerdo; y destilan en mí dulces
palabras que no sabes que dijiste.

¡Desilusión de los amantes, última!
Sus vidas se han mezclado inútilmente
si incluso el bien que resta, los recuerdos,
son manos que no llegan a tocarse.

Cada cual queda con su ya perdida
felicidad, algo asombrado y solo,
por el mundo vacío de sentido.
Secreta miel, de la cual se alimenta;
hasta que la memoria la consume
y todo es como si no hubiera sido.

¡Qué poca cosa lo que fue divide
de aquello que no fue!
                                     Menos que esa
estela de la barca agua de agua.

Así habrán sido las luciérnagas
de Nervi, las cigarras y la casa
sobre el mar de Loano,
y toda mi breve alegría ―y tú―
hasta que me desgarre el recordarlas.

Camillo Sbarbaro

[Versión de P. A.
Córdoba, 29-IX-18]

*

La trama delle lucciole ricordi
sul mar di Nervi, mia dolcezza prima?
(trasognato paese dove fui
ieri e che già non riconosce il cuore).

Forse. Ma il gesto che ti incise dentro
io non ricordo; e stillano in me dolce
parole che non sai d’aver dette.

Estrema delusione degli amanti!
invano mescolarono le loro vite
s’anche il bene superstite, i ricordi
son mani che non giungono a toccarsi.

Ognuno resta con la sua perduta
felicità, un po’ stupito e solo,
pel mondo vuoto di significato.
Miele segreto di che s’alimenta;
fin che sino il ricordo ne consuma
e tutto è come se non fosse stato.

Oh come poca cosa quel che fu
da quello che non fu divide!
                                              Meno
che la scia della nave acqua da acqua.

Saranno state
le lucciole di Nervi, le cicale
e la casa sul mare di Loano,
e tutta la mia poca gioia ― e tu ―
fin che mi strazi questo ricordare.

Camillo Sbarbaro

[De "Versi a Dina",
en Poesie, Scheiwiller, Milano, 1961]



Camillo Sbarbaro

Mientras al sol camino solo, a veces…





Mientras al sol camino solo, a veces,
y con mis ojos claros miro el mundo
donde todo se me muestra fraterno,
la luz, el aire, el pasto y el insecto,
de pronto se me hiela el corazón.

Un ciego me parece ser, sentado
sobre la orilla de un inmenso río.
Pasa debajo el agua turbulenta,
y él no la ve: toma el escaso sol,
beatífico. Y si acaso viene a él
un rumor de corriente, lo atribuye
a un zumbido ilusorio del oído.

Porque viviendo esta mi pobre vida
me parece que es otra que recuerdo
como en un sueño, y que ese sueño sea
esta vida presente.

Me llega entonces un desasosiego,
un estupor pueril.
                             Me siento a solas,
muy solo en el cordón de la vereda,
miro el mísero, estrecho mundo mío
y con mano que tiembla acaricio la hierba.

Camillo Sbarbaro

[Versión de P. A.
Villa Dolores, 29-IX-18]

*

Talor, mentre cammino solo al sole
e guardo coi miei occhi chiari il mondo
ove tutto m’appar come fraterno,
l’aria la luce il fil d’erba l’insetto,
un improvviso gelo al cor mi coglie.
Un cieco mi par d’essere, seduto
sopra la sponda d’un immenso fiume.
Scorrono sotto l’acque vorticose,
ma non le vede lui: il poco sole
ei si prende beato. E se gli giunge
talora mormorio d’acque, lo crede
ronzio d’orecchi illusi.

Perché a me par, vivendo questa mia
povera vita, un’altra rasentarne
come nel sonno, e che quel sonno sia
la mia vita presente.

Come uno smarrimento allor mi coglie,
uno sgomento pueril.

                                    Mi seggo
tutto solo sul ciglio della strada,
guardo il misero mio angusto mondo
e carezzo con man che trema l’erba.

Camillo Sbarbaro

[De Pianissimo,
Edizioni della “Voce”, Firenze, 1914]

viernes, 28 de septiembre de 2018



Camillo Sbarbaro

Padre, incluso si tú no fueras mi…





Padre, incluso si tú no fueras mi
padre, aunque fueras para mí un extraño,
por ti mismo igualmente te amaría.
Porque recuerdo el día, una mañana
de invierno, cuando en el opuesto muro
la primera violeta descubriste
por la ventana, y esa buena nueva
nos diste alegre. Luego la escalera
de madera cargaste sobre el hombro,
saliste de la casa y la apoyaste
en la pared. Nosotros, los pequeños,
nos asomábamos a la ventana.

Y de aquella otra vez me acuerdo siempre
en que mi hermana, niña todavía,
seguías por la casa, amenazante
(la pícara había hecho no sé qué).
Al alcanzarla (ella chillaba mucho
del miedo), el corazón se te ablandaba:
que a ti mismo habías visto perseguir
a tu pequeña hija, y toda temerosa
al pecho la estrechabas, vacilante,
y entre tus brazos la envolvías
y acariciabas como si quisieras
defenderla de ti, de ese malvado
que eras tú mismo unos segundos antes.

Padre, incluso si tú no fueras mi
padre, aunque fueras para mí un extraño,
entre todos los hombres ya por tu
corazón niño te amaría tanto.

Camillo Sbarbaro

[Versión de P. A.
Villa Dolores, 28-IX-18]

*

Padre, se anche tu non fossi il mio
Padre se anche fossi a me un estraneo,
per te stesso egualmente t’amerei.
Ché mi ricordo d’un mattin d’inverno
Che la prima viola sull’opposto
Muro scopristi dalla tua finestra
E ce ne desti la novella allegro.
Poi la scala di legno tolta in spalla
Di casa uscisti e l’appoggiasti al muro.
Noi piccoli stavamo alla finestra.

E di quell’altra volta mi ricordo
Che la sorella mia piccola ancora
Per la casa inseguivi minacciando
(la caparbia aveva fatto non so che).
Ma raggiuntala che strillava forte
Dalla paura ti mancava il cuore:
ché avevi visto te inseguir la tua
piccola figlia, e tutta spaventata
tu vacillante l’attiravi al petto,
e con carezze dentro le tue braccia
l’avviluppavi come per difenderla
da quel cattivo che eri il tu di prima.

Padre, se anche tu non fossi il mio
Padre, se anche fossi a me un estraneo,
fra tutti quanti gli uomini già tanto
pel tuo cuore fanciullo t’amerei.

Camillo Sbarbaro

[De “Pianissimo”,
Edizioni della “Voce”, Firenze, 1914]

miércoles, 26 de septiembre de 2018



Camillo Sbarbaro

Yo que como un sonámbulo camino…




Ernst Ludwig Kirchner, Potsdamer Platz (1914)



Yo que como un sonámbulo camino
por mis trilladas calles cotidianas,
te veo aquí adelante y me estremezco.

Caminas lentamente frente a mí
como una reina.
                           Regulo mi andar,
desvelado de pronto de mi sueño,
al tuyo que es una sapiente música.
Y un destello de amor posible y gloria
se asoma al corazón, me lo ilumina.
Por los ricitos locos de una nuca
y el ala de un sombrero puedo aún
sentir que mi tristeza se disipa.
Soy todavía joven, e inexperto,
el corazón dispuesto a las locuras.

Se hace una luz en este duermevela.
Todo, como a la espera, está en suspenso.
No pienso más. Estoy contento y mudo.
Palpita el pecho al ritmo de tu paso.

Camillo Sbarbaro

[Versión de P. A.
Córdoba, 26-IX-18]

*

Io che come un sonnambulo cammino
per le mie trite vie quotidiane,
vedendoti dinanzi a me trasalgo.
Tu mi cammini innanzi lenta come
una regina.
                   Regolo il mio passo
io subito destato dal mio sonno
sul tuo ch’è come una sapiente musica.
E possibilità d’amore e gloria
mi s’affacciano al cuore e me lo gonfiano.
Pei riccioletti folli d’una nuca
per l’ala d’un cappello io posso ancora
alleggerirmi della mia tristezza.
Io sono ancora giovane, inesperto
col cuore pronto a tutte le follie.

Una luce si fa nel dormiveglia.
Tutto è sospeso come in un’attesa.
Non penso più. Sono contento e muto.
Batte il mio cuore al ritmo del tuo passo.

Camillo Sbarbaro

[De Pianissimo,
Edizioni della “Voce”, Firenze, 1914]

martes, 25 de septiembre de 2018



Camillo Sbarbaro

Esa niña que va bajo los árboles…




Esa niña que va bajo los árboles
no tiene más que el peso de su trenza,
un hilito de canto en la garganta.
Canta sola
y salta por la calle; aún no sabe
que nunca un bien más grande tendrá que ese
manojo de oro vivo por los hombros,
que esa alegría en la garganta.

A nosotros que no tenemos otra
felicidad fuera de las palabras,
y no el moño encendido
ni la inmensa esperanza
que a ella le ensancha el corazón,
si no es mucho pedir, antes la vida
nos sea quitada que ese solo bien.

Camillo Sbarbaro

[Versión de P. A.
Córdoba, 25-IX-18]

*

La bambina che va sotto gli alberi
non ha che il peso della sua treccia
un fil di canto in gola
Canta sola
e salta per la strada, ché non sa
che mai bene più grande non avrà
di quel po’ d’oro vivo per le spalle,
di quella gioia in gola.

A noi che non abbiamo
altra felicità che di parole,
e non l’acceso fiocco e non la molta
speranza che fa grosso a quella il cuore,
se non è troppo chiedere, sia tolta
prima la vita di quel solo bene.

Camillo Sbarbaro

[De "Versi a Dina",
en Poesie, Scheiwiller, Milano, 1961]

lunes, 24 de septiembre de 2018



Camillo Sbarbaro

A veces, en el fuego de la calle…





A veces, en el fuego de la calle,
un canto de cigarra me sorprende.
Y de pronto me llega la visión
de los campos tendidos en la luz…
Y me asombro de que en el mundo existan
todavía los árboles y el agua,
todas las cosas buenas de la tierra
en las que un día encontraba el propio olvido.

Con tal estupor torpe en plena cara
recibe un ebrio el aire de la noche.

Pero siento después que el alma adhiere
a cada piedra de esta ciudad sorda
como el árbol con todas las raíces,
y me sonrío de mí indeciblemente
y alzo los codos en esfuerzo de alas…

Camillo Sbarbaro

[Versión de P. A.
Córdoba, 24-IX-18]

*

Talora nell’arsura della via
un canto di cicala mi sorprende.
E subito ecco m’empie la visione
di campagne prostrate nella luce...
E stupisco che ancora al mondo sian
gli alberi e l’acque,
tutte le cose buone della terra
che bastavano un giorno a smemorarmi...

Con questo stupor sciocco l’ubriaco
riceve in viso l’aria della notte.

Ma poi che sento l’anima aderire
ad ogni pietra della città sorda
com’albero con tutte le radici,
sorrido a me indicibilmente e come
per uno sforzo d’ali i gomiti alzo...

Camillo Sbarbaro

[De Pianissimo,
Edizioni della “Voce”, Firenze, 1914]

miércoles, 19 de septiembre de 2018



Tres versiones de un epigrama
de James Thomson


John Frederick Peto, "Naturaleza muerta con jarro, pipa y libro" (1899)



1

Dadle a un hombre una pipa, dadle un libro,
Y su casa reluce con serena delicia,
Aunque su cuarto sea en verdad un cuarto mísero.

2

Dadle a un hombre una pipa,
Dadle un libro a ese hombre,
Y su casa reluce con serena delicia,
Aunque su cuarto sea un cuarto pobre.

3

Denle a un hombre una pipa,
Denle un libro a ese hombre,
Y su casa reluce con serena delicia
Aunque su cuarto sea realmente un cuarto pobre.

*

Give a man a pipe he can smoke,
Give a man a book he can read,
And his home is bright with a calm delight,
Though the room be poor indeed.

JAMES THOMSON
(Glasgow, 1834 - Londres, 1882)

[Versiones de P. A.
Córdoba, 18-IX-15]