Giovanni Pascoli
El
viejo de los campos
El viejo de los campos
Al
sol, al fuego, siempre historias tiene
el
albo viejo de la austera cara,
que
aún se acuerda, único ya, del puente,
cuando no estaba.
Cuenta
al sol (y los bueyes soplan vaho,
miran
inmóviles su lenta plática),
cómo
hubo que hacer bolsas aquel año
de cada sábana.
Cuenta
al amor del fuego (un lindo leño
de
olmo crepita mientras él razona)
cómo
salió a dar pasto a su Rondello
Buovo
d'Antona.
Giovanni Pascoli
[Versión de P. A.
Córdoba, 17-IX-20]
*
Il vecchio dei campi
Al sole, al fuoco, sue novelle ha pronte
il bianco vecchio dalla faccia austera,
che si ricorda, solo ormai, del ponte,
quando non
c'era.
Racconta al sole (i buoi fumidi stanno,
fisando immoti la sua lenta fola),
come far sacca si dové, quell'anno,
delle lenzuola.
Racconta al fuoco (sfrigola bel bello
un ciocco d'olmo in tanto che ragiona),
come a far erba uscisse con Rondello
Buovo d'Antona.
Giovanni Pascoli
[De Myricae
(1891-1903),
en Poesie,
volume primo,
Mondadori,
Milano, 1939]
Se
alude en los dos últimos versos a un episodio de I Reali di Francia (1491),
una compilación de leyendas francesas vinculadas con Carlomagno realizada por
Andrea da Barberino, pseudónimo de Andrea de’ Mangiabotti (Barberino di Val
d’Elsa, 1370 – Florencia, 1432), episodio en el cual se refiere que el
caballero Buovo d’Antona, en vez de quedarse en la corte para asistir a un
torneo, salió al campo a cortar pasto para su caballo Rondello. En un tiempo,
las historias de I Reali di Francia eran muy conocidas en Italia,
especialmente en el campo.
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