viernes, 18 de septiembre de 2020

 

Giovanni Pascoli

 

El viejo de los campos

 

 


 

El viejo de los campos

 

Al sol, al fuego, siempre historias tiene

el albo viejo de la austera cara,

que aún se acuerda, único ya, del puente,

                                     cuando no estaba.

 

Cuenta al sol (y los bueyes soplan vaho,

miran inmóviles su lenta plática),

cómo hubo que hacer bolsas aquel año

                                     de cada sábana.

 

Cuenta al amor del fuego (un lindo leño

de olmo crepita mientras él razona)

cómo salió a dar pasto a su Rondello

                                     Buovo d'Antona.

 

Giovanni Pascoli

 

[Versión de P. A.

Córdoba, 17-IX-20]

 

*

 

Il vecchio dei campi

 

Al sole, al fuoco, sue novelle ha pronte

il bianco vecchio dalla faccia austera,

che si ricorda, solo ormai, del ponte,

                                quando non c'era.

 

Racconta al sole (i buoi fumidi stanno,

fisando immoti la sua lenta fola),

come far sacca si dové, quell'anno,

                                delle lenzuola.

 

Racconta al fuoco (sfrigola bel bello

un ciocco d'olmo in tanto che ragiona),

come a far erba uscisse con Rondello

                                 Buovo d'Antona.

 

Giovanni Pascoli

 

[De Myricae (1891-1903),

en Poesie, volume primo,

Mondadori, Milano, 1939]

 

Se alude en los dos últimos versos a un episodio de I Reali di Francia (1491), una compilación de leyendas francesas vinculadas con Carlomagno realizada por Andrea da Barberino, pseudónimo de Andrea de’ Mangiabotti (Barberino di Val d’Elsa, 1370 – Florencia, 1432), episodio en el cual se refiere que el caballero Buovo d’Antona, en vez de quedarse en la corte para asistir a un torneo, salió al campo a cortar pasto para su caballo Rondello. En un tiempo, las historias de I Reali di Francia eran muy conocidas en Italia, especialmente en el campo.


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