miércoles, 29 de noviembre de 2017


Libero De Libero

Retorno a Patrica




Retorno a Patrica

Todavía el otoño de la casa
es una selva que se aprieta al muro,
en la patria doliente del regreso
la enseña de la araña está en la puerta.
Huele acre en la penumbra una reunión
de años, y al brindis una sombra
detiene aquella mano que del día
fue querida morada; en las almohadas
están los rostros familiares, y hay
junto con ellas tantas
sillas adormecidas como abuelas.
En el alba perenne del espejo
me sigue el grito antiguo de los cuartos,
está escrito en su luna el tiempo ido.
Y todavía, carrusel de flores,
una cortina al viento de los sueños,
y empieza el juego de escaleras que huyen.

Libero De Libero

[Versión de P. A.
Córdoba, 29-XI-17]

*

Ritorno a Patrica

Ancora l’autunno della casa
è una selva stretta alle sue mura,
nella patria dolente dei ritorni
sta l’insegna del ragno sulla porta.
Acido odora nel buio un convito
di anni e un’ombra al brindisi ferma
la mano che del giorno fue cara
dimora e sui guanciali stanno
i volti familiari e insieme
tante sedie dormenti come nonne.
All’alba perenne dello specchio
m’insegue l’urlo antico delle stanze,
il tempo andato è scritto nella sfera.
Ancora una tenda giostra a fiori
dentro il vento del sonno e il giuoco
comincia delle scale in fuga.

Libero De Libero

[De Il libro del forestiero (1938-1942),
Nuove Edizioni Italiane, Roma, 1945]


Libero De Libero
(Fondi, Latina, 1906 – Roma, 1981)

Esta lluvia




Esta lluvia

Esta lluvia de ahora en la ciudad
(un saludo al invierno con el agua
amable como un canto
soñado, aquí, en el cuarto de la noche)
me lleva nuevamente a una colina
amada por un viaje de caballos,
al pueblo en la colina
asido a los castaños,
al tiempo y al olor
de días campesinos,
a mi madre que queda
en los hijos y el pan
y en el amor del padre
por el que ella murió,
a toda aquella gente mía, antigua,
pastora de pantano.

Esta lluvia de ahora en la ciudad
(frías raíces del invierno,
párpados de agua, fatigados,
y noche tímida del cuarto)
me devuelve a la casa de las sillas
numerosas, la sola
novedad de la muerte, y al colegio
de numerosos ojos, y a los juegos
mejores, en secreto,
a toda aquella infancia que asediaban
el cuerpo, el paso de las estaciones.

Es ésta el agua recogida
en los aljibes de Monte Calciano,
agua venida de los mares,
y el mar perturba el sueño
del niño que lloró
al gato lapidado
con otros compañeros en el bosque.

Libero De Libero

[Versión de P. A.
Córdoba, 28-XI-17]

*

Questa pioggia

Questa pioggia di città
(saluto all’inverno con acqua
gentile come un sognato canto
nella stanza della sera)
mi riporta a una collina
amata per un viaggio di cavalli,
al paese in collina
abbrancato nei castagni,
al tempo e all’odore
dei giorni contadini,
a mia madre rimasta
nei figli e nel pane
e nell’amore di mio padre
e per lui morta,
a tutta la mia gente antica
mandriana di palude.

Questa pioggia di città
(dall’inverno fredde radici
e stanche palpebre d’acqua
e timida sera della stanza)
mi riporta alla casa con sedie
tante e della morte sola novità,
al collegio con tanti occhi
e nel segreto meglio si giocava,
a tutta l’infanzia dal corpo
assediata e dalle stagioni.

È questa l’acqua attinta
ai pozzi di Monte Calciano,
acqua venuta dal mare
e il mare molesta il sonno
al fanciullo que il gatto pianse
lapidato nel bosco coi compagni.

Libero De Libero

[De Solstizio (1930-1932),
Quaderni di Novissima, Roma, 1934]

sábado, 25 de noviembre de 2017


Diego Valeri

Florecida

(Dos versiones de un poema)





Florecida (I)

Tan pálida es la brisa
y tan cansado el sol.
Pero los valles ríen,
la hierba resplandece,
resplandecen las blancas margaritas,
las mariposas en su danza
brillan de amor.
Tierra humana, aún floreces
cuando en el cielo no hay más esperanza.

*

Florecida (II)

Tan pálido es el aire
y tan cansado el sol.
Pero ríen los valles,
resplandece la hierba,
resplandecen las blancas margaritas,
las mariposas en su danza
brillan de amor.
                           Oh tierra
humana, todavía
sigues dando tu flor
cuando en el cielo ya no hay esperanza.

Diego Valeri

[Versiones de P. A.
Villa Dolores, 25-XI-17]

*

Fiorita

Così scialba l’aria, il sole
così stanco. Ma ride la valle;
splende l’erba, splendono le gialle
marguerite; le farfalle in danza
lampeggiano d’amore.
Terra umana, che ancora dài fiore
quando in cielo non c’è piú speranza.

Diego Valeri

[De “Il flauto a due canne”,
Mondadori, Milano, 1958]

miércoles, 22 de noviembre de 2017


Alfonso Gatto

Habitación a oscuras




Habitación a oscuras

Mis ojos dejan que me vaya
y me esperan, serenos, con la noche
en una pobre habitación de hotel.

Hoteles y ciudades y escaleras
siempre en sueño cruzados, al decir:
“aquí reposaré y al fin la paz
me será dada”. Nada queda
de esos años que un dulce y largo error,
la memoria de ser un extranjero
a todos, salvo al cielo que en los vidrios
aparecía en claridad de luna.

A una voz todavía
lejana me acompaño, y creo buena
la vida si me deja al fondo de los años
ese secreto corazón que late
siempre cercano y siempre solo.

Alfonso Gatto
(1909-1976)

[Versión de P. A.
Córdoba, 15-XI-17]

*

Stanza al buio

I miei occhi mi lasciano partire
e m’aspettano calmi con la sera
nella povera stanza d’un albergo.

Alberghi, città, scale, sempre in sogno
varcati al dir: “qui resterò e la pace
mi sarà data alfine”. Nulla resta
di quegli anni che un dolce e lungo errore,
una memoria d’essere straniero
a tutti fuor che al cielo apparso ai vetri
bianco di luna.

A una voce ancora
lontana m’accompagno e credo buona
la vita se mi lascia in fondo agli anni
con quel cuore segreto che mi batte
sempre vicino e sempre solo.

Alfonso Gatto
(1909-1976)


[De “Poesie d’amore”, 1941-1949] 

martes, 21 de noviembre de 2017


Alfonso Gatto

Al alba





Al alba

Cómo se abisma la mujer
y dice ven adentro más adentro
donde es profundo el mar…

Cómo es ardiente la mujer
y dice ven adentro más adentro
donde es caliente el pan…

Y decirle querríamos mar pan
a la mujer deshecha que en el alba
nos llevó hasta lo hondo de su pecho

y nos nutrió de sueño.

Alfonso Gatto

[Versión de P. A.
Córdoba, 12-XI-17]

*

All’alba

Come la donna affonda e dice vieni
dentro più dentro dov’è largo il mare...

Come la donna è calda e dice vieni
dentro più dentro dov’è caldo il pane...

E dirla noi vorremmo mare pane
la donna sfatta che ci prese all’alba
dentro il suo petto e ci nutrì di sonno.

Alfonso Gatto


[De “Poesie d’amore” (1941-1949)]

Diego Valeri

Si tu cuerpo abandonas





Si tu cuerpo abandonas

Si tu cuerpo abandonas, y entrecierras los ojos,
el buen hermano de la muerte viene,
que desata los nudos, abre los muros y conduce
por la infinita noche
tu alma sola.

Esa pequeña luz
de tu alma solitaria
ahora, en lo alto, vaga por la noche.

Tal vez aún sea la vida;
pero mezclada con la muerte:
con nuestros muertos largamente amados,
siempre amados y en la sombra perdidos.
Ondula alrededor, con blando oleaje
de terciopelo, el negro mar de olvido.

Diego Valeri

[Versión de P. A.
Córdoba, 16-XI-17]

*

Se il tuo corpo abbandoni

Se il tuo corpo abbandoni e chiudi gli occhi,
il buon fratello della morte viene,
che scioglie i nodi, i muri apre, e conduce
per l’infinita notte
la tua anima sola.

Quella piccola luce
dell’anima tua sola
ora è laggiù che vaga nella notte.

Forse è ancora la vita; ma confusa
con la morte: coi morti a lungo amati,
amati sempre e nell’ombra perduti.
Intorno ondeggia, con molli risacche
di velluto, l’oceano dell’oblio.

Diego Valeri

[De “Il flauto a due canne”,
Mondadori, Milán, 1958]

viernes, 17 de noviembre de 2017

Alfonso Gatto

Pensando en mi madre





Pensando en mi madre

Vendrás aquí, te tomaré al pasear
la mano, en dulce tregua, en un invierno
que no conoces; te diré: “Milán
se ilumina de noche, cuando adentro

sus casas velan resplandores tibios
donde se habla en voz baja...” Te sonríes
desde siempre, al favor, tímidamente,
de tener cerca este bullir de nidos.

Alfonso Gatto

[Versión de P. A.
Córdoba, 17-XI-17]

*

Pensando a mia madre

Verrai quassù, ti porterò per mano
per una dolce tregua, in un inverno
che non conosci, ti dirò: “Milano
s'illumina di sera, nell'interno

delle sue case ha il vigile tepore
dove si parla piano”. Tu sorridi
da sempre in questo timido favore
d'avere intorno il tremolìo dei nidi.

Alfonso Gatto

[De Giornale di due inverni
(1943-'44 ‒1964-'65),
Mondadori, Milán, 1972]   


Alfonso Gatto

Caffè d’ Europa





Caffè d’ Europa

Siempre en los propios pensamientos,
donde aprietan las manos el estorbo
de ser manos, se entreabren los obrajes
del silencio, la voz refleja el hielo
de la ciudad de nieve.
Y el ojo sube al ojo, el surtidor
de claridad irrumpe hasta la risa.

Sella el desdén de sí
la que canta en sus negras
voces que se le entregan, extenuada
de realidad, ya fea de tanto sonreír.

La noche sobre el trazo de los dedos
que repiten el borde de la copa
eternamente.

Alfonso Gatto

[Versión de P. A.
Córdoba, 16-XI-17]

*

Caffè d’ Europa

Sempre ai nostri pensieri,
ove le mani chiudono l’impaccio
d’essere mani, s’aprono i cantieri
del silenzio, la voce specchia il ghiaccio
della città nevosa.
E l’occhio sale all’occhio, la sorgente
della chiarezza rompe sino al riso.

Suggella la sciantosa
il dispetto di sé con le sue nere
voci che le si arrendono, sfinita
di verità, brutta da far buon viso.

La notte sul tratteggio delle dita
che ripetono l’orlo del bicchiere
eternamente.

Alfonso Gatto


[De Osteria flegrea (1954-1961)]

sábado, 11 de noviembre de 2017


Diego Valeri

Árbol


Piet Mondrian, El árbol azul



Árbol

Todo el cielo transcurre como un río,
arrastra grandes bloques, fuego y sombra.
Todo el mar rompe, ola otra ola,
espléndido, en los médanos huidizos.

El árbol, recluido en su contorno,
como uno en el umbral, oscuro mira,
sin pestañear de hoja, silencioso,
los espacios que agita la agonía del día.

Diego Valeri

[Versión de P. A.
Córdoba, 11-XI-17]

*

Albero

Tutto il cielo cammina come un fiume,
grandi blocchi traendo di fiamma e d’ombra.
Tutto il mare rompe, onda dietro onda,
splendido, alle fuggenti dune.

L’albero, chiuso nel puro contorno,
oscuro come uno che sta su la soglia,
muto guarda, senza battere foglia,
gli spazi agitati dal trapasso del giorno.

Diego Valeri

[De Terzo tempo,
Mondadori, Milán, 1950]