Camillo Sbarbaro
Callas, alma cansada de gozar…
Callas, alma cansada de gozar…
Callas,
alma cansada de gozar
y
de sufrir (a uno y a otro vas
resignada).
Ni
una voz tuya siento cuando escucho:
ni
de lamento por la miserable
juventud,
ni de ira o de esperanza,
ni
siquiera de tedio.
Yaces como
el
cuerpo, enmudecida, toda llena
de
una resignación desesperada.
No
nos asombraríamos
―¿no
es cierto, mi alma?― si se detuviera
el
corazón, si se nos suspendiera
el
aliento...
Y en cambio, caminamos,
caminamos
tú y yo como sonámbulos.
Son
árboles los árboles, las casas
son
casas, las mujeres
que
pasan son mujeres, todo es eso
que
es, tan sólo lo que es.
Ni
la alegría ni el dolor nos tocan.
Ha
perdido su voz
la
sirena del mundo, y es el mundo
un
gran desierto.
En el desierto
con ojos secos me miro a mí mismo.
Camillo Sbarbaro
[Versión
de P. A.
Córdoba, 02-XI-18]
*
Taci, anima stanca di godere...
Taci, anima stanca di godere
e di soffrire (all’uno e all’altro vai
rassegnata).
Nessuna voce tua odo se ascolto:
non di rimpianto per la miserabile
giovinezza, non d’ira o di speranza,
e neppure di tedio.
Giaci come
il corpo, ammutolita,
tutta piena d’una rassegnazione disperata.
Non ci stupiremmo,
non è vero, mia anima, se il cuore
si fermasse, sospeso se ci fosse
il fiato...
Invece camminiamo,
camminiamo io e te come sonnambuli.
E gli alberi son alberi, le case
sono case, le donne
che passano son donne, e tutto è quello
che è, soltanto quel che è.
La vicenda di gioia e di dolore
non ci tocca. Perduto ha la voce
la sirena del mondo, e il mondo è un grande
deserto.
Nel
deserto
io guardo con asciutti occhi me stesso.
Camillo Sbarbaro
[De Pianissimo,
Edizioni de “La Voce”, Firenze, 1914]
Otro de esos nacidos en el 1888 que no cesan de entretenerme las horas. Bella, precisa versión de este intenso poema, apreciado Pablo. ¡Gracias!
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