(1890-1960)
MÚSICA
Борис Пастернак
Музыка
Дом высился, как каланча.
По тесной лестнице угольной,
Несли рояль два силача,
Как колокол на колокольню.
Они тащили вверх рояль
Над ширью городского моря,
Как с заповедями скрижаль
На каменное плоскогорье.
И вот в гостиной инструшент
И город в свисте, шуме, гаме
Как под водой на дне легенд
Внизу остался под ногами.
Жилец шестого зтажа
На землю посмотрел с балкона,
Как бы ее в руках держа
И ею властвуя законно.
Вернувшись внутрь, он заиграл
Не чью нибудь чужую пьесу,
Но содственную мысль, хорал,
Гуденье мессы, шелест леса.
Раскат импровизаций нес
Ноч, пламя, гром пожарных бочек,
Бульвар под ливнем, стук колес,
Жизнь укасть одиночек.
Так почью, при свечах, взамен
Былои наивности нехитрой
Свой сон записывал Шопен
На черной выпилке пюпитра
Или, опередивши мир
На поколения четыре
По крышам городских квартир
Грозой гремел полет Валькирий.
Или консерваторский зал
При адском грохоте и треске
До слез Чайковский потрясал
Судбой Паоло и Франчески.
По тесной лестнице угольной,
Несли рояль два силача,
Как колокол на колокольню.
Они тащили вверх рояль
Над ширью городского моря,
Как с заповедями скрижаль
На каменное плоскогорье.
И вот в гостиной инструшент
И город в свисте, шуме, гаме
Как под водой на дне легенд
Внизу остался под ногами.
Жилец шестого зтажа
На землю посмотрел с балкона,
Как бы ее в руках держа
И ею властвуя законно.
Вернувшись внутрь, он заиграл
Не чью нибудь чужую пьесу,
Но содственную мысль, хорал,
Гуденье мессы, шелест леса.
Раскат импровизаций нес
Ноч, пламя, гром пожарных бочек,
Бульвар под ливнем, стук колес,
Жизнь укасть одиночек.
Так почью, при свечах, взамен
Былои наивности нехитрой
Свой сон записывал Шопен
На черной выпилке пюпитра
Или, опередивши мир
На поколения четыре
По крышам городских квартир
Грозой гремел полет Валькирий.
Или консерваторский зал
При адском грохоте и треске
До слез Чайковский потрясал
Судбой Паоло и Франчески.
Boris Pasternak
Música
La casa era una torre de bomberos.
Por la escalera angosta y esquinada, un gran piano
Transportaban a pulso dos colosos
Igual que una campana al campanario.
Lo llevaban a lo alto, por encima
De la extensión del mar de la ciudad,
Como las tablas de los mandamientos
Hacia la yerma y pedregosa cima.
Y ya está en el salón el instrumento,
Y el ruido y el fragor y la estridencia
De la ciudad quedaron allá abajo
Como al fondo del agua en las leyendas.
Desde el balcón, el inquilino
Del sexto piso contemplaba
La tierra como si en sus manos
La tuviera en legítimo dominio.
Volvió a entrar a la sala y comenzó a tocar
Una pieza, no alguna de otro músico,
Sino su propio pensamiento, un coro,
El clamor de una misa, un boscoso murmullo.
Y el estallido de improptus traía
Las llamas en la noche, las sirenas de incendio,
Un resonar de ruedas, un temblor de avenidas,
La vida de las calles, los hombres, sus destinos.
Así, pues, por las noches, a la luz de una vela,
En lugar del candor ingenuo de otros tiempos,
En el oscuro hueco del atril
Chopin iba apuntando las notas de su sueño,
O bien, anticipándose a la historia
Cuatro generaciones, ya se oía
Por sobre la techumbre ciudadana
Retumbar la tormenta de un vuelo de Valquirias.
O en una sala de concierto
Tchaikovsky ardía hasta las lágrimas,
En crepitante estrépito de infierno,
Con la suerte de Paolo y Francesca.
Por la escalera angosta y esquinada, un gran piano
Transportaban a pulso dos colosos
Igual que una campana al campanario.
Lo llevaban a lo alto, por encima
De la extensión del mar de la ciudad,
Como las tablas de los mandamientos
Hacia la yerma y pedregosa cima.
Y ya está en el salón el instrumento,
Y el ruido y el fragor y la estridencia
De la ciudad quedaron allá abajo
Como al fondo del agua en las leyendas.
Desde el balcón, el inquilino
Del sexto piso contemplaba
La tierra como si en sus manos
La tuviera en legítimo dominio.
Volvió a entrar a la sala y comenzó a tocar
Una pieza, no alguna de otro músico,
Sino su propio pensamiento, un coro,
El clamor de una misa, un boscoso murmullo.
Y el estallido de improptus traía
Las llamas en la noche, las sirenas de incendio,
Un resonar de ruedas, un temblor de avenidas,
La vida de las calles, los hombres, sus destinos.
Así, pues, por las noches, a la luz de una vela,
En lugar del candor ingenuo de otros tiempos,
En el oscuro hueco del atril
Chopin iba apuntando las notas de su sueño,
O bien, anticipándose a la historia
Cuatro generaciones, ya se oía
Por sobre la techumbre ciudadana
Retumbar la tormenta de un vuelo de Valquirias.
O en una sala de concierto
Tchaikovsky ardía hasta las lágrimas,
En crepitante estrépito de infierno,
Con la suerte de Paolo y Francesca.
Versión de P. A.
Alta Gracia, febrero 2010.
acabo de adquir doctor zhivago , la tradución directa del ruso al castellano, la peli la vi mas de 40 veces, felicito a esta web.-manueldominguez.es
ResponderEliminarTardíamente (recién veo el comentario, y ya han pasado casi tres años), le agradezco, Manuel Domínguez, sus palabras. Un cordial saludo desde la Córdoba argentina.
ResponderEliminarIncreiblemente buena tu traducción Pablo...!
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