(1888-1965)
ANIMULA
ANIMULA
‘Issues from the hand of God, the simple soul’
To a flat world of changing lights and noise,
To light, dark, dry or damp, chilly or warm;
Moving between the legs of tables and of chairs,
Rising or falling, grasping at kisses and toys,
Advancing boldly, sudden to take alarm,
Retreating to the corner of arm and knee,
Eager to be reassured, taking pleasure
In the fragrant brilliance of the Christmas tree,
Pleasure in the wind, the sunlight and the sea;
Studies the sunlit pattern on the floor
And running stags around a silver tray;
Confounds the actual and the fanciful,
Content with playing-cards and kings and queens,
What the fairies do and what the servants say.
The heavy burden of the growing soul
Perplexes and offends more, day by day;
Week by week, offends and perplexes more
With the imperatives of ‘is and seems’
And may and may not, desire and control.
The pain of living and the drug of dreams
Curl up the small soul in the window seat
Behind the Encyclopaedia Britannica.
Issues from the hand of time the simple soul
Irresolute and selfish, misshapen, lame,
Unable to fare forward or retreat,
Fearing the warm reality, the offered good,
Denying the importunity of the blood,
Shadow of its own shadows, spectre in its own gloom,
Leaving disordered papers in a dusty room;
Living first in the silence afeter the viaticum.
Pray for Guiterriez, avid of speed and power,
For Boudin, blown to pieces,
For this one who made a great fortune,
And that one who went his own way.
Pray for Floret, by the boardhound slain between the yew trees,
Pray for us now and at the hour of our birth.
‘Issues from the hand of God, the simple soul’
To a flat world of changing lights and noise,
To light, dark, dry or damp, chilly or warm;
Moving between the legs of tables and of chairs,
Rising or falling, grasping at kisses and toys,
Advancing boldly, sudden to take alarm,
Retreating to the corner of arm and knee,
Eager to be reassured, taking pleasure
In the fragrant brilliance of the Christmas tree,
Pleasure in the wind, the sunlight and the sea;
Studies the sunlit pattern on the floor
And running stags around a silver tray;
Confounds the actual and the fanciful,
Content with playing-cards and kings and queens,
What the fairies do and what the servants say.
The heavy burden of the growing soul
Perplexes and offends more, day by day;
Week by week, offends and perplexes more
With the imperatives of ‘is and seems’
And may and may not, desire and control.
The pain of living and the drug of dreams
Curl up the small soul in the window seat
Behind the Encyclopaedia Britannica.
Issues from the hand of time the simple soul
Irresolute and selfish, misshapen, lame,
Unable to fare forward or retreat,
Fearing the warm reality, the offered good,
Denying the importunity of the blood,
Shadow of its own shadows, spectre in its own gloom,
Leaving disordered papers in a dusty room;
Living first in the silence afeter the viaticum.
Pray for Guiterriez, avid of speed and power,
For Boudin, blown to pieces,
For this one who made a great fortune,
And that one who went his own way.
Pray for Floret, by the boardhound slain between the yew trees,
Pray for us now and at the hour of our birth.
1929
*
ANIMULA
‘De la mano de Dios sale el alma sencilla’
A un mundo de mudables luces y ruido, plano,
Sombra y luz, seco y húmedo, caluroso o helado;
Gatea entre las patas de mesas y de sillas,
Se levanta y se cae, se aferra de juguetes
Y caricias, avanza torpemente, se asusta
De nada, entre rodillas y brazos se refugia,
Quiere ser serenada, le deleita el fulgor
Fragante de los pinos navideños, le gustan
La luz del sol, el viento, el mar; estudia
Los soleados diseños del piso de baldosas
Y los ciervos que corren por la fuente de plata;
Confunde realidad y fantasía,
Se encanta con los naipes, los reyes y las reinas,
Lo que las hadas hacen y las sirvientas dicen.
Crece el alma y su carga se vuelve más pesada,
Desconcierta y ofende más y más, día a día;
Semana tras semana, la ofende y desconcierta
Con los imperativos de lo que ‘es y parece’,
Se puede y no se puede, contención y deseo.
El dolor de vivir y la droga del sueño
El alma niña abaten al pie de la ventana
Hojeando la Enciclopedia Británica...
De la mano del tiempo sale el alma sencilla
Egoísta e indecisa, contrahecha, tullida,
Incapaz de avanzar y de retroceder,
Teme la realidad ardua, el bien ofrecido,
Reniega de la sangre y sus reclamos,
Sombra al fin de sus sombras, espectro en su penumbra,
Deja un desorden de papeles entre el polvo de un cuarto,
Vive por vez primera en el silencio después del viaticum.
Ruega por Guitierrez, ávido de velocidad y poder,
Por Boudin, que saltó en pedazos,
Por ese que amasó una gran fortuna
Y aquel que recorrió su propia ruta.
Ruega por Floret, que despedazaron los dogos entre las gravileas,
Ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestro nacimiento.
‘De la mano de Dios sale el alma sencilla’
A un mundo de mudables luces y ruido, plano,
Sombra y luz, seco y húmedo, caluroso o helado;
Gatea entre las patas de mesas y de sillas,
Se levanta y se cae, se aferra de juguetes
Y caricias, avanza torpemente, se asusta
De nada, entre rodillas y brazos se refugia,
Quiere ser serenada, le deleita el fulgor
Fragante de los pinos navideños, le gustan
La luz del sol, el viento, el mar; estudia
Los soleados diseños del piso de baldosas
Y los ciervos que corren por la fuente de plata;
Confunde realidad y fantasía,
Se encanta con los naipes, los reyes y las reinas,
Lo que las hadas hacen y las sirvientas dicen.
Crece el alma y su carga se vuelve más pesada,
Desconcierta y ofende más y más, día a día;
Semana tras semana, la ofende y desconcierta
Con los imperativos de lo que ‘es y parece’,
Se puede y no se puede, contención y deseo.
El dolor de vivir y la droga del sueño
El alma niña abaten al pie de la ventana
Hojeando la Enciclopedia Británica...
De la mano del tiempo sale el alma sencilla
Egoísta e indecisa, contrahecha, tullida,
Incapaz de avanzar y de retroceder,
Teme la realidad ardua, el bien ofrecido,
Reniega de la sangre y sus reclamos,
Sombra al fin de sus sombras, espectro en su penumbra,
Deja un desorden de papeles entre el polvo de un cuarto,
Vive por vez primera en el silencio después del viaticum.
Ruega por Guitierrez, ávido de velocidad y poder,
Por Boudin, que saltó en pedazos,
Por ese que amasó una gran fortuna
Y aquel que recorrió su propia ruta.
Ruega por Floret, que despedazaron los dogos entre las gravileas,
Ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestro nacimiento.
1929
Versión de P. A.
Río Ceballos - Córdoba,
3 - 6 de enero de 1997.
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