domingo, 26 de septiembre de 2010

PREGÓN

Jorge Aulicino nos aclara que él no forma parte de la tripulación del bajel con rumbo a Alemanía (ver entrada de ayer), o que si formaba parte, no se ha enterado de ello, por lo que nos solicita amablemente bajarlo del navío en el primer puerto. Según la información distribuida por “Vox” (cfr. el boletín “infovox / Cerveceando”, del 23/09/10), estaba previsto que el autor de Cierta dureza en la sintaxis integrara la comitiva poética a Frankfurt, y en ese programa figura una lectura de poemas en que comparte mesa con Samoilovich, Bellessi y López. Pero es posible que “Vox” no contara con fuentes confiables. Estos bucaneros… Nos sentimos en la obligación, pues, de hacer conocer el siguiente aviso, con la rectificación del caso:


Pregón


Se informa a la población
Que del velero de marras
Con liras para el teutón
Ha soltado las amarras
Un marinero en gomón.

No obstante su catadura
Es un pirata sensible:
No hay más arma en su cintura
Que un verso libre inaudible
Y una sintaxis muy dura.




El Tajamar, 26-IX-10

21 comentarios:

  1. La pucha! Justo iba a comentar que el único que me parecía que podía representar a buena parte de la poesía argentina de los últimos 30 años es Jorge Aulicino: por conocimiento de causa, por batallar a favor del género (con la difusión, la traducción y la reflexión)y por su gran obra poética.

    Así y todo, Tamara Kamenszain y Laura Wittner son poetas muy valiosas y Casas recibió un premio en la "Alemanía" hace un par de años. Creo que califican. Entiendo lo que intentás decir es que sólo van poetas que representan un tipo de poesía; una manera de ver válida, pero no la única.

    Pero para toda "fiesta" se necesitan fuegos de artificio. De ese modo justifico (yo) los demás nombres. Hay mucho esnobismo en estas cuestiones (basta con ver los listados en las últimas antologías que se han publicado).

    Pablo: me he reído mucho con estos jocosos poemas. Tal vez te obligó la rima "categórica", pero los versos libres de Aulicino son más que audibles, son admirables.

    Sin embargo, es una alegre manera de posicionarse y no asentir resignado.

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  2. Aclaro que lo de Laura Wittner lo leí hace un tiempo, pero no estoy seguro de que sea parte de la flota. Vale igual su hidalguía femenina ;-)

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  3. Hernán, muchas gracias por tus comentarios, y por plantear también tu posición con claridad.
    Más allá de nuestras disidencias puntuales de valoración crítica, creo has señalado el motivo principal que originó las estrofillas satíricas: la tripulación del "Bajel a Alemanía" no parece una delegación nacional, sino la selección de una revista.
    La verdad es que no sé (ni quiero saber, aunque me lo imagino) quién habrá confeccionado la lista, pero sería tiempo de que hubiera un poco más de pluralismo poético en el país. Que cada cual haga sus propias antologías, mientras uno mismo (o la editorial, o una colecta de los antologados, o una estrella de cine de Hollywood) las pague y se presenten como la selección de tal o cual persona, de tal o cual revista, tendencia, club barrial o cofradía. Distinto es el caso en que quien paga el viaje y demás es el erario público (nosotros, digamos). Y, quizá más importante aún, entiendo que en una embajada literaria de estas características, la idea es ofrecer una muestra imparcial de lo mejor que pueda haber en poesía en el país, de ser posible en diversas tendencias, procedencias y generaciones. Aquí pagamos una embajada que más bien parece un grupito de amigos, quienes en vez de tomar unos vinos en Buenos Aires o Rosario han decidido tomarse - a nuestra cuenta, seguro, no sé si a nuestra salud o a la de la poesía argentina - unas cervezas en Frankfurt...
    De todos modos, te confieso que ahora que te contesto pienso con mayor seriedad en la cuestión, que en el fondo no vale la pena (¿o sí?), en la medida en que es más de lo mismo que tan bien conocemos, en el orden poético y en varios órdenes de la realidad argentina. Me alegra, pues, que las estrofillas te resultaran divertidas, porque yo también me divertí escribiéndolas, y no buscaban ser más que eso, unas bromas en verso. (Lamento, por ejemplo, que Jorge, luego de que aparecieran los versos marineros y el "Pregón", haya eliminado a este blog de su lista de "blogs al día" en su propia página, donde tan gustoso estaba, no por el hecho de no figurar en ella, sino porque implica que no ha entendido el sentido jocoso, no ofensivo, del asunto). Que vos, que como veo admirás mucho a varios de estos poetas, pudieras reírte con las estrofillas, ya me deja tranquilo.
    Un cordial saludo, Pablo.

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  4. Anadón:
    También hay gente a la que no le gusta la poesía de algunos de los invitados a Frankfurt ni su figuración, pero no le han gustado tus versos satíricos. Como quiera que sea, mal informado o no, creíste que estaba en esa delegación y me pusiste en la nave tocando el Clarín, por lo que me atrevo a pensar que me identificás totalmente con un medio hoy bastante vapuleado. Eso lo pasé por alto creyendo que mi aclaración "amable" era lo único que correspondía, y me hubiese bastado con que permaneciese entre los comentarios a tu entrada. Pero respondiste de manera inexacta, con lo que añadiste mala leche a tu primera figura: no tomé un gomón, es decir, no me bajé de la delegación: nunca estuve. Tampoco toco el Clarín, claro está. Y todo esto me ha quitado el buen humor. Lo lamento, porque siempre tuve en cuenta tus puntos de vista sobre la poesía y la vida socio-literaria, como te consta, cuando los planteaste seriamente. Me tomé entonces la libertad de suprimir el link a tu blog desde mi blog. Agradezco a Hernán Schilliagi el comentario.
    No más saludos cordiales, Pablo, porque estás en guerra.

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  5. Nota bene:
    Estaría fuera de la ley natural que mi poesía te resultase audible y que te gustase la sintaxis dura.

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  6. Bueno, Jorge, veo que, en efecto, te has enojado. No intentaré sacarte de tu malhumor, sólo querría aclarar algunos puntos, para evitar malentendidos. Primero, como he dicho, me basé en una información distribuida por "Vox", que también te habrá llegado, como a medio mundo. No te subí por gusto, pues, en el velero, y te bajé cuando me lo indicaste, especificándolo en la nota previa al "Pregón". Lo de ponerte tocando el "clarín" no pretendía identificarte con nada ni nadie, sino aludir al medio periodístico en que colaborás (¡y rimar con "bergantín"!). Vos sabrás si te identificás o no con ese medio, yo no me arrogaría el derecho de juzgarte por trabajar allí (nunca he recurrido a tales descalificaciones). Lo del "gomón" y demás accesorios marineros, creo que ni hace falta decirlo, era para seguir la broma bucanera: tampoco es el caso de que lo tomes todo a pecho y al pie de la letra. El humor, sabemos, suele adoptar ese tipo de libertades con un fin jocoso, y esa finalidad tenía también la alusión a nuestra polémica sobre el verso libre y al título de tu libro. En cuanto a estar "en guerra", Jorge, sinceramente, por mi parte, no lo estoy: a mi juicio, para entrar en guerra hay que sentir al menos un poco de bronca, algo de odio hacia el otro, y yo no siento nada de eso por vos. En fin, basta de aclaraciones. Un cordial saludo, pues.

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  7. estimado pablo: también, como schillagi, jorge aulicino me parece hubiera sido el mejor representante de la poesía argentina y es una pena verdadera que no se encuentre entre los enviados a frankfurt. sin embargo, sus versos (los suyos) me exasperaron y bastante. no me causaron risa, ni me parecieron otra cosa que un ataque, que en tal caso se dirige a personas concretas y no a un deficiente (si lo fuera) sistema de elecciones que nosotros, usted y yo y tantos otros, pagamos.
    mis respetos,

    silvia camerotto

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  8. Estimada Silvia:
    Y sí, está claro que el humor, como las valoraciones críticas, es materia opinable. Ya ve que hay quienes ríen de lo mismo que a usted exaspera... En cuanto al "ataque" a las "personas concretas", bueno, tampoco es para tanto: no creo haber lesionado gravemente la autoestima ni la honorabilidad de nadie con esas estrofillas satíricas. En otras épocas, como las de la vanguardia, que muchos dicen añorar, eran moneda corriente (y con munición bastante más gruesa que la de mis versos bucaneros), y a pocos se les ocurría escandalizarse. Con tal susceptibilidad, ni los humoristas ni los críticos francos podrían vivir en el país (bueno, no sé a los primeros, pero a los segundos no nos va tan bien, y cada vez hay menos dispuestos a decir libremente lo que piensan, aun a costa del aislamiento en el medio literario). Respeto igualmente su opinión, y me alegra que el "sistema de elecciones" le parezca "deficiente" (o que al menos dé cabida a la duda sobre si lo es).
    Saludos, Pablo.

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  9. Estimado Anadón: sólo diré unas palabras: que unas simples estrofillas, escritas para "divertirte", hayan despertado alegría para algunos, malhumor para otros y ¡hasta una declaración de guerra! (sin campo de batalla,por cierto, ya que se ha optado por la desaparición del enemigo)me hacen pensar que todavía hay esperanza para la poesía.
    Mis agradecimientos por ello.

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  10. Estimado Carlos:
    ¿Le parece? No sé si soy tan optimista. O en todo caso, como anotaba Kafka en sus diarios, "hay esperanza, infinita esperanza, pero no para nosotros" (en este caso, para lo que uno entiende o querría que fuera la poesía).
    No importa; casi a diario me repito las palabras con que años atrás me confortaba un amigo: "¡Ánimo, hermano, que está todo perdido!" Lo bueno de saberlo, es que a uno no le preocupa que le declaren guerra, porque ya se parte de la propia derrota. Eso no quita que uno se esfuerce, como un animoso Sísifo empujando su roca. También da una notable libertad: la de poder decir lo que se piensa con franqueza, porque no es necesario quedar bien con nadie y porque no hay nada que ganar.
    Gracias por sus palabras. Un cordial saludo, Pablo.

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  11. Pablo, no sé si advertiste que lo presuntamente satírico de tus estrofillas no fue lo que me puso de malhumor. Te ruego que vuelvas a leer la entrada. Por otra parte, las vanguardias no, la revista Martín Fierro prodigaba homenajes en forma de epitafios y ovillejos. No escarbes en eso porque, por el modo en que lo decís, no parecés tan fuera de la brega como explicás. Tampoco dije, amable lector Carlos Rey, que estoy en guerra. En lo que a mí respecta, Pablo, nunca te privaste de decir lo que pensás con franqueza. No veo virtud en decir lo que se piensa. El problema es lo que se piensa. Y vos pensaste en algún tipo de arreglo espurio entre un Diario de Poesía que ya no existe -ni yo, ni Casas, ni Bellessi estamos en el Diario- con la señora Magdalena Faillace. También pensaste, la rima te obligó a ello, que yo toco el Clarín. Como te dije, no tengo humor, y eso me quita naturalmente las ganas de ensayar aquí un epitafio maritinfierrista, pero las rimas están servidas. Tal vez lo quieras componer vos, con tu chispeante indiferencia devenida de la muerte de la esperanza.

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  12. Jorge, puedo entender tu malhumor, aunque me parezca exagerado, dada la nimiedad de las estrofillas de marras y su finalidad claramente jocosa. Me extraña mucho, sin embargo, que un periodista de profesión como vos llegue a decir: “no veo virtud en decir lo que se piensa”. Yo, en cambio, sí veo virtud en decir lo que se piensa, cuando por lo general en nuestro medio todos callan su opinión o su verdadero juicio crítico por temor a las exclusiones y las tácitas o explícitas ‘represalias’ de quienes tienen un mayor o menor poder cultural. Sabemos hasta qué punto la sociedad literaria en nuestro país se parece a menudo a una sociedad de socorro mutuo (“elógiame y te elogiaré”), e incluso a instituciones menos honorables. Ser “un buen tipo”, así, en este contexto, significa con demasiada frecuencia haberse callado la boca sistemática, obsecuentemente. (No estoy hablando de vos, aclaro por las dudas, sino de una situación general).

    También me asombra un poco que te parezca que “el problema está en lo que se piensa”. El “problema”, en todo caso, reside en no aceptar que pueda haber pensamientos diversos, en este caso modos diversos de entender y practicar la poesía. Lo que yo he pensado al ver la lista de poetas que representarán a la Argentina en Frankfurt no es un misterio, ya lo he dicho cuando se me han pedido explicaciones por el “Bajel a Alemanía”: no he pensado en arreglos espurios, sino en que la elección corresponde evidentemente a las predilecciones que ha sostenido “Diario de Poesía” desde hace años, y en que me parece una selección, por lo tanto, demasiado parcial desde el punto de vista poético nacional. No entro aquí a juzgar el valor de las obras de esos poetas, en términos comparativos con otras obras, que ya es otro tema. Que ni vos, ni Casas, ni Bellessi, sigan en el “Diario”, no significa que no hayan estado (en tu caso, incluso como parte de la redacción), ni que sus obras no hayan sido promovidas de modo sostenido por la revista. Vos y yo y todos los lectores de poesía argentina lo sabemos bien. Que una revista o tendencia proponga su “canon poético” me parece perfectamente legítimo; que una embajada literaria viaje a nuestra cuenta para representar sólo el canon de una revista o de una tendencia, no me parece tan legítimo, cuando hay otras obras tan valiosas (o mucho más, a mi juicio) cuanto las propuestas.

    [Continuará...]

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  13. [Sigo y concluyo, para alivio del eventual lector]

    En fin, Jorge, si me permitís que mencione un caso personal semejante, hace varios años hice una breve muestra de la poesía reciente argentina para una revista y editorial española, “Señales de la nueva poesía argentina”. Podía elegir los autores que quisiera, ya que era una selección personal. Bueno, allí figuran, además de los poetas que siento más afines con mi concepción de la lírica, otros autores que corresponden a diferentes poéticas, no pocos de ellos muy cercanos a “Diario de Poesía” y el neobjetivismo en general, como Raimondi, Saccone, Vignoli o Wittner. Me parecía que era una cuestión de imparcialidad crítica, si se trataba de mostrar una imagen aproximada de la situación poética del propio país, ofrecer muestras no sólo de lo que a uno más le gusta, sino también de otras predilecciones que coexisten con la propia, mientras tales muestras posean un cierto valor estético en sí mismas.

    De todos modos, insisto, no es para tanto: escribí el romancillo en el momento mismo en que vi la noticia, para divertirme y divertir a los lectores, pero no es un asunto que me quite el sueño qué autores integrarán la delegación poética argentina en la Feria Internacional del Libro de Frankfurt. Quizás tampoco valga la pena convertirlo en un caso de estado nacional, ¿o sí?

    En cuanto al epitafio martinfierrista dictado por mi desesperanza (no confundir con la indiferencia, que ya ves que no tengo, desde el momento que me tomo el trabajo de polemizar), aquí te propongo uno que se me acaba de ocurrir, que ojalá le arranque a tu malhumor al menos un esbozo de sonrisa:

    “La ocasión la pintan calva
    Y es un ejemplo Anadón:
    Con sus versos de ocasión
    Este calvo no se salva.

    Mucho buque bucanero,
    Mucho Fénix incendiario,
    Se quema la cresta a diario
    Y se hunde en cualquier estero.”

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  14. Admito que el epitafio es bueno. Incluso que tu intención no es grave, sino jocosa, aunque con la explicación que ahora exponés no parece ni grave ni jocosa, sino política, en el sentido más amplio de la palabra. El Diario tuvo -ahora no lo sigo, aunque a veces lo leo- una política, en el sentido más amplio de la palabra, bastante matizada. Matizada sería la selección que yo haría para una antología, para una publicación, para una embajada. Pero no consideremos todo en términos de marketing, porque así descalificado el adversario, quedamos dueños de la cancha y no discutimos lo que cabe discutir, que es lo que se dice, no lo que se calla. Por eso me parece que lo interesante está en lo dicho, no en lo silenciado, y no encuentro el mérito en el mero hecho de decir, así como tampoco en el de callar. Tal vez muchos callen por conveniencia, y otros porque no tienen nada que decir. Como creo que dijo Groucho, mejor callar y parecer tonto que hablar y disipar toda duda. El que calla, entonces, tiene el beneficio de la duda, en lo que a mí respecta. En principio, pienso que alguien que no habla no tiene qué decir. Y como te digo, no encuentro en eso un mérito especial. En cuanto a la lista de Frankfurt, para tu tranquilidad te informó que la leyó la Presidenta. Tal vez eso sea honra para ti, puesto que no estás en ella, o tal vez lo lamentes, pero, querido, lo oficial político no me gustado casi nunca. Lejos de representar a un estado, las decisiones así tomadas representan a un partido. Como sea, ni vos ni yo somos canarios del rey.

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  15. Me alegra, Jorge, que te hayan gustado las redondillas autosatíricas (no me había dado cuenta, pero podría verse como una ironía cómica que unos versos sobre la propia calvicie estén escritos en una forma llamada “redondilla”). Acabo de leer unas palabras de Auden que nos vienen bien: “…Even a limerick / ought to be something a man of / honor awaiting death from cancer or a firing squad, / could read without contempt…” (en la traducción de Costa Picazo: “…Inclusive una quintilla humorística / debería ser algo que un hombre / de honor que aguarda la muerte por cáncer / o el pelotón de fusilamiento / debería poder leer sin desprecio…”). Ojalá ni vos ni yo nos encontremos en tales situaciones, pero podamos leer igualmente esas quintillas sin desprecio.

    Te confieso que me he perdido un poco en tus razonamientos sobre el decir y el callar, pero debe ser porque es tarde en la noche, me duele la cabeza y he tenido un día cansador. Lo que me ha causado mucha risa es la información sobre la lectura de la Presidenta. Bueno, si es así, podemos quedarnos tranquilos, que estamos en buenas manos, las de alguien que, entre tantas otras disciplinas, es una conocedora profunda de la poesía argentina y universal. Si no fuera porque temo que se me convierta en vicio, ya mismo me ponía a escribir un ovillejo celebratorio. También me hizo gracia la frase con que cerrás tu comentario, sobre el hecho de que “ni vos ni yo somos canarios del rey”… (Por asociación lexical, aprovecho para agradecer nuevamente a Carlos Rey sus líneas: acabo de releerlas, y sí, puede que sea un poco esperanzador que unas modestas estrofillas jocosas logren todavía despertar pasiones encontradas sobre la poesía). Por último, coincido en el escaso interés por lo "oficial político"; siempre me he sentido más a gusto en la vereda del frente del poder en dominio.

    Un cordial saludo, Pablo.

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  16. Clarín, canario, rey, presidenta. Ahora me doy cuenta del significado de la redondilla.

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  17. ... y de las "esperanzas, infinitas esperanzas, pero no para nosotros" de las que hablaba Kafka. Mis respetos a ambos.

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  18. A veces me parece, Carlos, que cada cual halla lo que de algún modo ya estaba dentro de sí mismo, lo que estaba buscando. A mí me cuesta ver la relación entre las redondillas y "clarín, canario, rey, presidenta", pero si Ud. la encuentra... Mientras le escribo, vaya a saber por qué, tengo la rara sensación del "déjà vu". Será el cansancio. Saludos.

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  19. Leído el conjunto de los poemas burlescos y de los comentarios, no me queda más que celebrar el ingenio certero, la libertad interior y la paciencia de Pablo Anadón. No me extraña el enojo inicial de Jorge Aulicino, porque la sátira le pega en lo vivo, ni tampoco, a estas alturas, su autoritarismo, inmejorablemente representado por las frases: "No veo virtud en decir lo que se piensa. El problema es lo que se piensa." Es una frase perfectamente militar, es el reverso exacto de aquella cita de Tácito que Mariano Moreno puso en el primer número de la Gaceta de Buenos Aires, donde se habla de "los tiempos felices en que se puede sentir lo que se quiere y decir lo que se siente". Parece que los postulados del periodismo argentino han cambiado y que defender el verso libre no es lo mismo que defender la libertad del verso.

    Sobre el asunto que motivó los poemas bucaneros de Pablo, al parecer, no hubo ningún acuerdo con nadie, la lista se formó sola y la Presidenta le puso la firma. Es magia. No puede asombrarnos mucho tampoco. ¿O acaso el modo de hacer política cultural podría ser diferente del modo de hacer política en todos los otros rubros?

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  20. EPITAFIO A AMBOS EN FORMA DE BRITISH SONNET MAS EN LENGUA DE CASTIYA...

    Aquí yace Anadón: rompió las bolas
    con los metros, las rimas; pugilato
    llevolo a este lugar, tras el maltrato
    a sus pobres lectores; de amapolas

    fueron sus blandos versos, y somníferos.
    Aquí yace Aulicino, fiel babuino,
    que por ser más moderno que Alcuino,
    construyó versos libres y pestíferos.

    Tenaz en sentirse perseguido,
    no quiere que lo peguen a Magnetto;
    grande su ira fue, y su defeto
    fue creer que lo chato estaba erguido.

    Sus gusanos también se dan pelea.
    Ni difuntos cesó la verborrea.

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  21. Juan Carlos, me has hecho reír de buena gana con tu epitafio doble en forma de soneto shakespeareano. Muy bueno. El inicio, con la mezcla del registro coloquial y el áulico, la rima "bolas/amapolas", el maltrato a los lectores con versos opiáceos, todo tiene mucha gracia. Sólo te objetaría el verso "Tenaz en sentirse perseguido", que es un decasílabo (tampoco "grande su ira fue, y su defeto" me suena tan bien, por la sucesión de hiatos obligados; ¿qué te parece: "Grande ha sido su ira, y su defeto"?). El dístico conclusivo es excelente, digno del mejor Quevedo satírico.
    En fin, Juan Carlos, gracias: esta noche estaba triste, y tu humor me ha levantado el ánimo. Sería un buen final, a mi juicio, para esta polémica.

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