Boris Pasternak
EVA
Борис Пастернак
Еба
Стоят деревья у воды
И полдень с берега крутого
Закинул облака в пруды
Как переметы рыболова.
Как невод, тонет небосвод,
И в это небо точно в сети
Толпа купальщиков плывет,
Мужчины, женщины и дети.
Пять-шесть купальщиц в лозняке
Выходят на берег без шума
И выжимают на песке
Свои купальные костюмы.
И наподобие ужей
Ползут и вьются кольца пряжи,
Как будто искуситель-змей
Скрывался в мокром трикотаже.
О женщина, твой вид и взгляд
Ничуть меня втупик не ставят.
Ты вся, как горла перехват,
Когда его волненье сдавит.
Ты создана как бы вчерне,
Как строчка из другого цикла,
Как будто не шутя во сне
Из моего ребра возникла
И тотчас вырвалась из рук
И выскользнула из об'ятья,
Сама – смятенье и испуг
И сердца мужеского сжатье.
Boris Pasternak
Eva
Los árboles se inclinan sobre el río,
Y el mediodía en los acantilados
De la costa arrojó hacia los remansos
Como una red de pescador, las nubes.
Como una inmensa red, el cielo se hunde,
Y en este cielo, como en una trama,
Nada la multitud de los bañistas:
Hombres, mujeres, niños.
Cinco o seis salen por el mimbreral
Hacia la orilla, silenciosamente,
Y retuercen sus mallas
Encima de la arena.
Y son los nudos de la tela como
Culebras que se anillan y revuelven,
Como si la serpiente tentadora
Se agazapara entre las hebras húmedas.
Oh mujer, en tus gestos y en tus ojos
No hay engaño posible para mí.
Eres como una mano en la garganta
Cuando la ahoga la emoción.
Fuiste creada como en un bosquejo,
Como un trazo insinuado de otro ciclo,
Como si de verdad, mientras dormía,
Te hubieras levantado de mi tórax
Y al instante ya huyeras de mis manos
Y eludieras mi abrazo, mujer, toda
Tú asombro y miedo, angustia
Del corazón del hombre.
Versión del ruso de P. A.
(Alta Gracia, 21 de febrero, 2010)
He disfrutado de la traducción de Pasternak, las lecturas de Irene y esa crítica a la revista Ñ, muy bueno!
ResponderEliminarMuchas gracias, Gabriela. Me alegra que hayas disfrutado de esos textos. A mí me gustaría disfrutar pronto de un café y de una charla con los "asuetistas" en el Amadeus, en la hermosa luz de la plaza con naranjos de Villa Dolores. Un cariñoso abrazo para vos, para todos ustedes allá.
ResponderEliminarAtolondrado, urgido por el ir y venir de fintas desatado en tu foro, Pablo, no había reparado bien en este magnífico poema. Cuando miro los dibujitos de las letras cirílicas, me pregunto sinceramente si no habrás sido vos no más el autor de esta maravilla. Y sin embargo no: es curioso, pero aun reconociendo tu voz en las palabras de la traducción (tan natural suena, tan suelta y segura), está "por debajo" la otra voz, y para quien ha leído ya tus anteriores versiones de Pasternak, el poeta ruso empieza a perfilarse, a tener una personalidad bien reconocible. La simbiosis es en este caso perfecta, porque la visión de la mujer que aquí nos da el ruso coincide plenamente, hasta donde sé, con la tuya propia... Bueno, tal vez con la de todos los hombres. Me acuerdo del tan citado pero tan bello verso de Aleixandre, que también muestra la ambigüedad de la entrega femenina: "Tu desnudez se ofrece como un río escapando." Pero por algo elige el poeta otro poeta a quien traducir. Iba a decir: por algo el poeta (en este caso Pasternak) elige a quien debe traducirlo (Anadón). Estupendo poder de la poesía traduciendo poesía: la magia se expande y la voz de los muertos (sin profanación alguna) perdura más allá de sus fronteras de idioma y de tiempo.
ResponderEliminarGracias, Alejandro, por lo que decís sobre la traducción. Ojalá tengas razón, y no haya profanación del pobre Pasternak, tan profanado ya por sus camaradas en vida. Tu recuerdo del verso de Aleixandre me trajo a la memoria otros de Gerardo Diego, de su poema "Insomnio" (no tengo aquí el libro, así que puede haber errores en la transcripción): "Tú y tu desnudo sueño. No lo sabes. / Duermes. No, no lo sabes. Yo en desvelo / y tú inocente duermes bajo el cielo. / Tú por tu sueño y por el mar las naves. // En cárceles de espacio, aéreas llaves / te me encierran, recluyen, roban. Hielo, / cristal de aire en mil hojas. No, no hay vuelo / que alce hasta ti las alas de mis aves. // Saber que duermes tú, cierta, segura, / - cauce fiel de abandono, línea pura - / tan cerca de mis brazos maniatados. // ¡Qué pavorosa esclavitud de isleño! / Yo, insomne, loco, en los acantilados, / las naves por el mar, tú por tu sueño." Qué maravilla, ¿no?, esa captación de la impotencia ante la cercanía y a la vez la insondable lejanía de la mujer amada. Y esa imaginación prodigiosa - ahí está el don inexplicable de la poesía - de un paisaje marino de sueño, o pesadilla, como correlato objetivo de la experiencia íntima de tal ambigüedad.(Lástima que el vanguardista poeta español haya elegido esa forma tan anacrónica, el soneto, pensarán nuestros contemporáneos colegas argentinos...). Un abrazo, Pablo.
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