viernes, 20 de febrero de 2015


Ellas


I





       “Fugitive beauté…”
          Baudelaire



Ah, cuántas veces te habrás dicho
En una mesa de café a la calle
A solas, en silencio, o al azar
De la corriente humana en una

U otra ciudad cualquiera, al ver
Una figura, un rostro, una mirada
Inolvidable, aquellos versos tristes
De Baudelaire a una mujer que pasa.

Ésta pasó, y la otra, y otra más,
Todas pasaron con su encanto
Y su secreto único
Y se perdieron en la multitud.

Nunca a ninguna la volviste a ver
Y no podrías recordar sus ojos
Memorables, su cara o su figura:
Sólo te quedan, cada vez, los versos

Murmurados a solas, para sí,
Que dedicó un poeta hace dos siglos,
En una calle de París,
A una mujer desconocida.



II




                                                      “I have heard the mermaids singing...”
                                                                         T. S. Eliot


Qué maravilla extraña la belleza
Femenina: unos ojos, un perfil
Delicado, expresivo, un cuello frágil,
Unos hombros con forma de caricia

Cóncava, la figura que fascina
Como esa vaga música en las costas
Fascinaba a los viejos navegantes
—Duelen físicamente, en el estómago.

Debería bastarnos su visión,
Como quien ve una estatua o un retrato,
Tan sólo que respira… Pero no,
Como el canto a los hombres en las bordas,

Ni la visión ni la audición nos bastan:
Duele alejarse, sordos, de su encanto,
Duele si ella, fugaz, desaparece
Por siempre en el oleaje de las calles,

Y duele, al fin, también, ver los despojos
Que van a la deriva, aquí y allá,
Los maderos que fueron nuestra vida
Flotar entre las rocas y la espuma.



P. A.
[Córdoba, 2014]


1 comentario:

  1. Magníficamente perfiladas por tus versos, ellas son, aún en esa fragilidad en la que todo pasa, sueño, deseo, recuerdo, musas amantes, distancias, resplandores que anochecen, grandes, eternos poemas íntimos. Celebración!. Alfredo

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