jueves, 27 de diciembre de 2018



Cesare Pavese

La casa




La casa

El hombre solo escucha la voz calma,
con los párpados bajos, como si
una respiración le rozara la cara,
una respiración amiga, que retorna,
increíble, del tiempo más remoto.

El hombre solo escucha aquella voz antigua
que sus padres oyeron a lo largo del tiempo,
clara y recóndita, una voz que como
el verde de colinas y de estanques
al caer de la tarde se oscurece.

El hombre solo sabe de esa voz
de sombra, acariciante, que brota en tonos calmos
de un manantial secreto: y él la bebe
absorto, con los ojos cerrados, no parece
que la tuviera al lado.

Es la voz que detuvo un día al padre
de su padre, y a cada uno de
la sangre muerta. Una voz de mujer
que resuena secreta, en el umbral de casa,
cuando llega la noche.
                                                           
Cesare Pavese

[Versión de P. A.                          
Ranchos, 26-XII-18]

*

La casa

L’uomo solo ascolta la voce calma
con lo sguardo socchiuso, quasi un respiro
gli alitasse sul volto, un respiro amico
che risale, incredibile, dal tempo andato.

L’uomo solo ascolta la voce antica
che i suoi padri, nei tempi, hanno udito, chiara
e raccolta, una voce che come il verde
degli stagni e dei colli incupisce a sera.

L’uomo solo conosce una voce d’ombra,
carezzante, che sgorga nei toni calmi
di una polla segreta: la beve intento,
occhi chiusi, e non pare che l’abbia accanto.

E’ la voce che un giorno ha fermato il padre
di suo padre, e ciascuno del sangue morto.
Una voce di donna che suona segreta
sulla soglia di casa, al cadere del buio.

Cesare Pavese

[De “Poesie del disamore e altre poesie disperse”,
“Opere di Cesare Pavese”, vol. 11, Einaudi, Torino, 1982]

No hay comentarios:

Publicar un comentario