viernes, 18 de diciembre de 2015


W. H. Auden
(1907–1973)

September 1, 1939







1° de Septiembre, 1939



Sentado, aquí, en un bodegón
De la Cincuenta y dos
Inseguro, aterrado, mientras caen
Las más astutas esperanzas
De una década baja y deshonesta:
Un oleaje de ira y de terror
Recorre las soleadas
Y las oscuras tierras del planeta,
Obsesionando nuestras existencias privadas;
El olor innombrable de la muerte
Llega, ofende esta noche de septiembre.


*


Una meticulosa erudición
Puede exhumar toda la ofensa
Desde Lutero hasta el presente
Que llevó a una cultura a la demencia
Y descubrir qué fue que sucedió
En Linz, qué imago ingente
Fabricó un dios psicópata:
El público ya sabe, como yo,
Lo que los niños de la escuela aprenden,
Que a todo aquél a quien se le hace un mal
Hará a su vez el mal.


*


Exiliado, Tucídides ya supo
Cuanto puede decirnos un discurso
Sobre la Democracia,
Y aquello que hace todo dictador,
Las necias y seniles peroratas
Ante una tumba apática;
Todo fue analizado ya en su libro,
Ahuyentada la luz de la razón,
El dolor en costumbre convertido,
El mal gobierno, el sufrimiento:
Todo, otra vez, debemos padecerlo.


*


En este aire neutral
Donde los ciegos rascacielos usan
Toda su altura para proclamar
La energía del Hombre Colectivo,
Cada lengua compite en derramar
Su vana excusa:
Pero quién de verdad puede vivir
Por mucho tiempo en un ensueño eufórico;
Desde el espejo miran
Fijamente la cara del Imperio
Y el rostro universal de la ignominia.


*


Las caras a lo largo de la barra
Se aferran a su resto de jornada:
Nunca deben las luces apagarse,
Siempre debe la música sonar,
Se confabulan todos los modales
Para lograr que este fortín adopte
Un moblaje de hogar;
Para no ver que estamos en verdad
Perdidos entre espectros en un bosque,
Niños que tienen miedo de la noche
Y nunca fueron buenos ni felices.


*


Tanta basura militante al viento
Que Importantes Personas vociferan
Es menos burda que nuestros deseos:
Lo que Nijinsky sobre Diaghilev
Escribió, enloquecido, alguna vez,
Es verdad para todo corazón;
Pues el error que anida ya en el hueso
Del hombre y la mujer
Anhela lo que no puede tener,
No ya el amor universal, sino
Ser el único y solo que es querido.


*


Desde la oscuridad conservadora
Hacia la vida ética, los densos
Viajeros suburbanos se trasladan,
Repitiendo su voto matinal:
“Yo quiero serle fiel a mi mujer,
Tengo que progresar en mi trabajo”,
E ineptos gobernantes se despiertan
Para volver al juego obligatorio:
¿Quién puede ahora liberarlos,
Quién puede hacerse oír por quien es sordo,
Quién puede hablar también por quien es mudo?



*


Todo lo que yo tengo es una voz
Para bregar con el engaño oculto,
La mentira romántica en la mente
Sensual del hombre de la calle
Y la mentira de la Autoridad
Cuyas torres el cielo manosean:
No existe eso que llaman el Estado
Y nadie existe a solas:
No hay elección posible para el hambre
Del ciudadano o de la policía:
Hay que amarse uno al otro o perecer.


*


Indefenso debajo de la noche
Yace azorado nuestro mundo;
Dispersos, sin embargo, aquí y allá
Puntos irónicos de luz
Se encienden donde sea que los Justos
Envían sus mensajes entre sí:
Que pueda también yo, al igual que ellos
Compuesto de Eros y de polvo,
Sitiado por la misma negación
Y desesperación,
Alumbrar una llama afirmativa.


W. H. Auden


Versión de P. A.

[Villa Dolores Córdoba,
Segunda mitad de noviembre, 2014]



*



September 1, 1939



I sit in one of the dives
On Fifty-second Street
Uncertain and afraid
As the clever hopes expire
Of a low dishonest decade:
Waves of anger and fear
Circulate over the bright
And darkened lands of the earth,
Obsessing our private lives;
The unmentionable odour of death
Offends the September night.


*


Accurate scholarship can
Unearth the whole offence
From Luther until now
That has driven a culture mad,
Find what occurred at Linz,
What huge imago made
A psychopathic god:
I and the public know
What all schoolchildren learn,
Those to whom evil is done
Do evil in return.


*


Exiled Thucydides knew
All that a speech can say
About Democracy,
And what dictators do,
The elderly rubbish they talk
To an apathetic grave;
Analysed all in his book,
The enlightenment driven away,
The habit-forming pain,
Mismanagement and grief:
We must suffer them all again.


*


Into this neutral air
Where blind skyscrapers use
Their full height to proclaim
The strength of Collective Man,
Each language pours its vain
Competitive excuse:
But who can live for long
In an euphoric dream;
Out of the mirror they stare,
Imperialism’s face
And the international wrong.


*

Faces along the bar
Cling to their average day:
The lights must never go out,
The music must always play,
All the conventions conspire
To make this fort assume
The furniture of home;
Lest we should see where we are,
Lost in a haunted wood,
Children afraid of the night
Who have never been happy or good.


*



The windiest militant trash
Important Persons shout
Is not so crude as our wish:
What mad Nijinsky wrote
About Diaghilev
Is true of the normal heart;
For the error bred in the bone
Of each woman and each man
Craves what it cannot have,
Not universal love
But to be loved alone.


*


From the conservative dark
Into the ethical life
The dense commuters come,
Repeating their morning vow;
“I will be true to the wife,
I’ll concentrate more on my work,"
And helpless governors wake
To resume their compulsory game:
Who can release them now,
Who can reach the deaf,
Who can speak for the dumb?


*


All I have is a voice
To undo the folded lie,
The romantic lie in the brain
Of the sensual man-in-the-street
And the lie of Authority
Whose buildings grope the sky:
There is no such thing as the State
And no one exists alone;
Hunger allows no choice
To the citizen or the police;
We must love one another or die.


*


Defenceless under the night
Our world in stupor lies;
Yet, dotted everywhere,
Ironic points of light
Flash out wherever the Just
Exchange their messages:
May I, composed like them
Of Eros and of dust,
Beleaguered by the same
Negation and despair,
Show an affirming flame.


W. H. Auden


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