Una hoja seca
Una hoja seca
Yo
estaba distraído, o bien absorto
(Son
cosa parecida para mí),
Viendo
las grietas en la medianera,
La
luz sobre la cal, cuando de pronto
Una
hoja crujió sobre el ladrillo
Del
patio, apenas: seca, gris, crispada
Y
quebradiza, casi deshaciéndose,
Sonó
como una voz en el silencio.
Algo
dijo, callada, esa osamenta
De
vida vegetal, algo me dijo
En
su quedo crujido: lo entendí,
Me
parece, y el pleno mediodía
Se
oscureció, lo mismo que la hora
En
que un hombre gritó desde el madero.
P. A.
Córdoba, 25-I-13
Muy bueno, con ese final... inesperado, estupendo. Se hizo tinieblas el cielo en pleno día.
ResponderEliminarta fero wacho
ResponderEliminarExcelente el poema, Pablo; sentido y sonido -perfectos endecasílabos que siempre son de agradecer-.
ResponderEliminarMariano Shifman
¡Gracias, Alejandro y Mariano, por su generosa opinión! ¡Gracias, Anónimo, por su valerosa franqueza!
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