sábado, 22 de septiembre de 2012

Juan Rodolfo Wilcock
(1919-1978)

AL FUEGO


[Fotografía de Anatole Saderman, 1961]


Al fuego


Fuego, querido amigo de la sombra,
mi compañero, que ardes y te apagas
y vuelves a arder gracias a mi mano,
desesperado que consumirías
el mundo y aquí a solas te consumes
a ti mismo, en ti mismo acurrucado
como la pordiosera que en el alba
prende la hoguera de cada jornada
y se da en pasto de su brasa lenta.
Hijo del rayo, ahora hijo del hombre,
gato rojo, hay que darte de comer.
Vuélvete tigre, sal, crece, devora
todo si tanta gana tienes, haznos
ceniza, por su fuego solitario
sea mordido cada cual, y sea
vuelto bello, sea vuelto llamarada,
retorne al gran incendio original.


[Versión de P. A.
Córdoba, 17-IX-12]


*


Al fuoco


Fuoco, compagno, caro amico dell’ombra,
ardi e ti spegni e grazie a me riprendi,
te disperato che bruceresti il mondo
e qui da solo bruci te stesso, in te
raccolto come la derelitta all’alba
quando accende la pira di ogni giorno
e si dà in pasto sulla brace lenta.
Figlio del lampo ora sei figlio dell’uomo,
bisogna alimentarti, gatto rosso.
Diventa tigre, esci, cresci, divora
tutto se hai tanta voglia, facci ceneri,
che ognuno dal suo fuoco solitario
sia morso e fatto bello, fatto fiamma,
si congiunga all’incendio originale.


[De J. Rodolfo Wilcock,
Poesie, Adelphi, Milán, 1980]


6 comentarios:

  1. Extraño deseo... Qué impresionante efecto el de las aliteraciones del penúltimo verso. Al borde de la cacofonía, recogen toda la furia del poeta. Tu traducción está muy bien, sobre todo en los versos: "Hijo del rayo, ahora hijo del hombre, / gato rojo, hay que darte de comer". Mejoraste el original en esta parte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, querido Alejandro. En cuanto al "extraño deseo", te confieso que a mí no me parece nada extraño. De contar con el talento de Wilcock, podría (querría) haberlo escrito yo a este poema, verso por verso, porque me identifico plenamente con su materia espiritual. Tendré que resignarme a traducirlo, y en todo caso a anotar alguna página crítica sobre él.
      Un abrazo grande.

      Eliminar
  2. Excelente traducción de un excelente poema! En su Borges, Bioy cuenta que alguien -no me acuerdo quién- se los lee una noche. Borges se entusiasma mucho y después de pedir que se lo repitan un par de veces hace un comentario con el que siempre me sentí muy identificado, dice: "Nuestra primera reacción después de leer un poema que no gusta mucho es concebir el proyecto de escribir pronto ese mismo poema...".
    Ahora no tengo el Borges conmigo, a la tarde, si puedo copio bien la entrada (me acuerdo de que venía con una nota larga, con fragmentos de la carta que le mandó después a Wilcock el amigo que les leyó a Borges y Bioy el poema, contándole cómo le había gustado a Borges el poema, etcétera...)

    Abrazo porteño, Alejandro.

    ResponderEliminar
  3. Perdón dice "de leer un poema que nos gusta mucho"... (cómo cambia a veces todo una letrita...)

    ResponderEliminar
  4. Acá la entrada prometida:

    1963. Miércoles, 23 de octubre. Comen en casa Borges y Livio Bacchi. Livio trae un poema, manuscrito, de Wilcock, en italiano, titulado "Al fuoco": (cita los primeros versos del poema en italiano con puntos supensivos. Ahí viene en el libro la nota, que copio al final).

    Borges: "La primera reacción después de leer un poema que a uno le gustó mucho es el proyecto de escribir pronto ese mismo poema"

    La nota de Martino dice: En carta a J.R. Wilcock del 23 de octubre de 1963, Livio Bacchi Wilcock refiere el episodio "Questa sera Silvina ha letto a Borges la tua poesia sul fuoco. Borges l`ha trovata bellissima. Ha detto che è "così essenziale" poi ha aggiunto che tutto in essa è vero. A tavola poi me l`hanno fatta leggere tre volte e Borges e Adolfito e Silvina hanno di nuovo detto che è bellissima. E Borges ha detto: "Qué raro que cuando una poesía nos gusta mucho se nos ocurre hacer otra exactamente igual", e dopo un`istante "con las mismas palabras y en la misma lengua". E si vedeva che ne era entusiasta (...) A tavola c`era anche Martita. Poi Silvina ha incominciato a tradurla :"Fuego, compañero, querido amigo de la sombra...". Borges ha detto che era certo meglio in italiano ma che comunque "commpañero" era meglio di "camerata". (...) "Riprendi" era molto difficile da tradurre in spagnolo. Silvina ha detto chissà se riuscirò a tradurla".

    Por cierto, este comentario va para el autor de este blog y algunos de sus caros lectores que, me consta, aún no han visto el infinito deleite que encierran tantas de las páginas 1600 páginas del Borges de Bioy Casares...

    ResponderEliminar
  5. Gracias también a vos, Alejandro (¿Crotto?), por recordar ese episodio consignado por Bioy Casares en su magnífico "Borges". Te cuento que esa anotación, que leí hace unas noches en la cama, con el mamotreto sobre las rodillas, fue el origen de mi traducción. La leí y fui a buscar el librito de Adelphi con la poesía de Wilcock en italiano, y ahí mismo comencé a pergeñar en la mente una versión del poema. Escribí incluso una nota introductoria, donde recuerdo ese momento tan intenso registrado por Bioy y por el hijo de Wilcock, pero luego decidí publicar el poema y la traducción solos, para que no se pensara que intentaba batirle la plana a Silvina Ocampo... (jaja). Y a propósito: ¿habrá terminado ella su traducción? ¿Se habrá publicado?
    Ahora que vos has traído esa referencia, me alegro doblemente de no haberlo hecho yo. La memoria de aquella noche, en que un hijo y unos amigos están reunidos alrededor de las palabras de un poeta exiliado, ahora se renueva en otros amigos (uno en Concordia, otro en Buenos Aires, otro en Córdoba) reunidos también por la gracia de la poesía de un autor muerto hace treinta y cuatro años en Italia.

    ResponderEliminar