La forma es el supremo contenido
(Una anotación nocturna)
También la técnica puede
generar a la obra. Sin el descubrimiento de la perspectiva, por ejemplo, sería
impensable el arte del Renacimiento; sin el endecasílabo y las formas importadas
de Italia, no hubiera existido el Siglo de Oro español.
Descendiendo
precipitadamente desde aquellas alturas, pensaba esto anoche, porque sin el
deseo de usar mi lapicera nueva no habría escrito, casi como un ejercicio de
caligrafía mental, las palabras del párrafo anterior en mi libreta, de donde
ahora las transcribo: ¡hasta ese punto el instrumento, incluso material, puede
estimular el poder asociativo del lenguaje, del pensamiento!
En el caso del arte en
general, en efecto, como observó Rudolf Staiger y también dijeron Gottfried
Benn y Paul Klee, “la forma es el supremo contenido”. En el caso particular de
la poesía, es sabido que la fascinación del ritmo verbal, antes de tener
incluso el tema y las palabras del poema, estuvo en el origen de “El cementerio
marino” de Valéry, lo cual no implica que siempre sea así. La ambigüedad de la
palabra, que por un lado es textura sonora y visual y por el otro es alusión
conceptual, vuelve difícil toda simplificación.
Lo cierto, sin embargo, me
parece, es que cuando la materia ígnea, magmática, de la experiencia alcanza su
transfiguración estética, su punto de “cristalización” (tomo prestado el
término de una carta que me escribió Horacio Castillo hace largos años), allí
también “la forma es el supremo contenido”, y un verso puede volvérsenos
inolvidable por su poder de sugerencia y sugestión, aunque no terminemos de
agotar su sentido. Pienso ahora, por ejemplo, en aquel misterioso endecasílabo
de Ricardo Jaimes Freyre, “Peregrina paloma imaginaria”, o en la siguiente
estrofa de Valéry, que parece además ilustrar esa transformación de la
existencia en la delicia verbal de la palabra poética:
Comme le fruit se fond en
jouissance,
Comme en délice il change son absence
Dans une bouche où sa forme se meurt,
Je hume ici ma future fumée,
Et le ciel chante à l'âme consumée
Le changement des rives en rumeur.
Comme en délice il change son absence
Dans une bouche où sa forme se meurt,
Je hume ici ma future fumée,
Et le ciel chante à l'âme consumée
Le changement des rives en rumeur.
[Córdoba,
17-X-13]
Estimado Pablo, hace unas semanas que descubrí tu maravilloso trabajo vertido en este Blog, te agradezco el compartir generosamente tu obra y la selección de poemas exquisita, dándome la posibilidad de descubrir Poetas desconocidos para mi.
ResponderEliminarmuchas gracias
Saludos desde Tierra del Fuego
Gustavo Lorda
Estimado Gustavo:
ResponderEliminarHoy, a la distancia de dos años, descubro tu comentario. Seguramente ya no verás estas palabras, pero te agradezco mucho las tuyas de entonces.
Un cordial saludo,
Pablo